Adolfo Barrena Salces.- El miércoles, una vez más, el Congreso vivió una histriónica sesión de control al Gobierno.
El histrionismo es un trastorno de la personalidad que tienen aquellos que necesitan que se "se les vea", que no soportan pasar desapercibidos, que caen permanentemente en una conducta teatralizada para intentar ganar protagonismo.
Este miércoles volvimos a ver al histriónico Casado.
Si repasamos sus hiperbólica actuación, a los dos días de su afirmación sonriente de que España se va al garete, tan solo encontramos frases de ese manual de los incompetentes para buscar llamar la atención. Algo que se ven obligados a hacer quienes son incapaces de ser tenidos en cuenta por su gestión, por su trabajo, por su conocimiento, por sus aportes de soluciones.
Empieza el ínclito presidente pepero diciendo que Sánchez, abucheado (como tradicionalmente pasa con los Presidentes progresistas) en el desfile militar que conmemora ese genocidio cometido con los pueblos indígenas americanos, escuchó la voz de la calle. Poco va Casado por la calle, se ve que tan solo conoce el barrio de Salamanca, que va a los toros, que le gusta la gente que va con escopetas por el monte, que disfruta al lado de quienes aplauden una cabra, que se rodea de gente que, hasta cuando hace las cosas más íntimas, grita ¡¡Viva España¡¡, aunque hay miles de españoles que no puedan vivir en ella.
Tremendo considerar la calle a quienes están en la tribuna de un desfile militar.
El segundo numerito vino con aquello de avisar de que una ley "chavista" va a cargarse el mercado de la vivienda y de que se van a dar "bonos peronistas" para que la gente joven vea videojuegos.
El remate llegó con aquello de que, "el PP va a tener que rescatar por tercera vez a España". No reitero, lo hice hace poco en una entrada en este muro, como les va la vida a quienes no están en una tribuna de un desfile militar.
Pues nada, es lo que tenemos de jefe de la oposición. Un personaje que sobreactúa, que habla, exagera y gesticula como un verdadero histrión (actor del antiguo teatro grecolatino que representaba su papel disfrazado).