Adolfo Barrena Salces.- Hace apenas 3 días toda esa corte de súbditos y súbditas glosaban y ensalzaban la figura del campechano.
Hoy, el campechano, "regulariza" 4 millones de euros con Hacienda. Recuerden que hace unos meses "regularizó" otros 680.000 euros.
Si la regularización consiste en pagar lo no declarado estamos hablando de unos 10 millones de fraude, porque regularizando no se paga el fraude total sino la parte que habría que haber pagado a hacienda. Tal y como está la cosa en estos momento esas rentas regularizadas deben ser de unos 10 millones de euros puesto que pagan el 47 %. Vamos, esto referido a lo que recone el emérito con estas regularizaciones por capítulos. Pero no sabemos cuántos episodios tiene la serie del choriceo.
Una primera cuestión, para que le quede claro a toda esa corte de palmeros y palmeras. Cada regularización del emérito es un reconocimiento de un fraude, de una ilegalidad, de un delito. Así que, antes de que empiecen a decirme que ya estoy echando mierda al campechano, reconozcan que la mierda se la echa él solito.
Una segunda es que su propio hijo, el actual rey, reconoce sus irregularidades al dejarle sin sueldo y queriendo desmarcarse de los trapicheos de su padre. Sigue siendo la propia monarquía la que reconoce los chanchullos del emérito.
Una tercera es que seguimos sin saber hasta dónde han llegado los fraudes de Juan Carlos. No lo podemos saber porque PSOE, PP y VOX (vaya trío) impiden que el Congreso lo investigue, porque parece que Hacienda no investiga, porque se veta una ley de control de la monarquía invocando que la Constitución declara "inviolable" al rey y le da patente de corso para ser un defraudador.
Una cuarta es el origen de estas regularizaciones millonarias. ¿De dónde sale esa pasta?, ¿de dinero procedente de otros delitos tributarios?.
Resumiendo, es evidente que el emérito, más allá de las credenciales democráticas que le otorgan por aquello del 23 F, por cierto algo que seguimos sin saber lo que pasó porque siguen siendo clasificados todos los documentos, es un evasor de impuestos, ha utilizado su papel institucional para lucrarse de manera ilegal a base de comisiones millonarias y que está felizmente huido, viviendo como dicen que viven los reyes y reinas a costa de todos nosotros.