Adolfo Barrena Salces.- Oigo y veo la propaganda de El Corte Inglés que anuncia "el crucero de su vida" en 2021. Ya se pueden hacer reservas anticipadas, descuentos sabrosos, niños gratis. ¡¡reserve ya su crucero¡¡.
No hay pandemia que valga. Lo de menos es que en un crucero, entre tripulación y viajeros, se concentren algunos centenares, o miles, de personas. Hay que vender viajes, hay que salir, hay que viajar y viajar, aunque científicos y autoridades recomiendan salir lo menos posible de casa para ver si, de una puñetera vez, se consigue meter al bicho en cintura.
Pero igual me parece cuando me machacan recordándome que hoy, domingo, abren los grandes centros comerciales. Hay que joderse, nos confinan, perimetralmente hablando, nos dicen que solo salgamos de casa para lo imprescindible, pero parece que es imprescindible, y justificable en medio de una pandemia, ir al Corte Inglés, a los Carrefoures, a los Alcampos,....
Si ya es cuestionable la apertura en festivos de esos templos del consumo (¿quién piensa en sus trabajadores?, ¿en eso de la conciliación que tanto se invoca?) no me digan que en medio de una situación como la que vivimos no es de traca que las mismas autoridades que nos dicen que evitemos salir de casa autoricen la apertura de las grandes superficies en domingo y fiestas de guardar, aunque impiden que las guarden sus trabajadores.
Igual he sentido cuando he oído, y visto, la paradoja de aplicar restricciones a la movilidad al mismo tiempo que se promocionaba el turismo, aunque fuera de interior.
Lo triste es que hay gente, demasiada en mi opinión, que reserva cruceros, compra en domingo y se larga a hacer turismo, aunque sea de interior.
Mal arreglo tiene la cosa.