López Miras y sus acólitos, que piden más y más dineros al Gobierno de España mientras rebajan los impuestos a las rentas más altas, han elevado a 9.965 millones de euros la deuda de la Comunidad Autónoma, el 30,8% del PIB.
La deuda pública de la Región de Murcia se ha incrementado en 403 millones de euros en el primer trimestre de 2020 con respecto al trimestre anterior, y alcanza los 9.965 millones de euros, que representan el 30,8% del Producto Interior Bruto (PIB).
Así, y según los datos publicados este viernes por el Banco de España, la deuda de Murcia ha pasado de 9.562 millones de euros en el cuarto trimestre de 2019, a los 9.965 millones en el primer trimestre de 2020, por lo que ha aumentado en 403 millones.
En este periodo, el porcentaje de PIB que representa la deuda de Murcia se ha incrementado en un punto y medio, pasando del 29,3% en el cuarto trimestre de 2019, al 30,8% en el primer trimestre de 2020.
En cualquier caso, el 30,8% del PIB que supone la deuda de Murcia en el primer trimestre de 2020 es superior a la media del conjunto de las comunidades autónomas, que asciende a los 297.866 millones de euros en el primer trimestre, equivalente al 24,1% del PIB.
Se da la circunstancia de que esta situación choca de plano con la política fiscal de las derechas murcianas que han perdonado, en los presupuestos regionales de 2020 aprobados en plena pandemia, 157 millones a las rentas más altas en el Impuesto de Sucesiones, 15’2 millones también a las rentas altas en el IRPF y además ha bonificado a las empresas del juego en nuestra región con 7,8 millones y recortado 97 millones del Servicio Murciano de Salud.
Mientras tanto, el PP presenta mociones en los ayuntamientos de la Región proponiendo que el Estado le dé más dinero a la Región de Murcia, cuando lo que se está discutiendo son los criterios para repartir 16.000 millones, aparte de los 300 ya repartidos para gasto social, otros 100 del Fondo de Contingencia para ayuda al alquiler, además de adelantar 346 millones del Plan Estatal de Vivienda para reforzar este programa de ayuda al alquiler, y así unos cuantos programas más de ayudas, sin contar con la cantidad de millones puestos para facilitar la liquidez de las empresas y autónomos.
No cuela que quieran disimular su nefasta política fiscal de amiguetes con la propuesta de un criterio ajeno a esta circunstancia como es de la población. Y no solo no cuela sino que se ve a las claras la insolidaridad de este gobierno regional, su falta de ética política y su equivocada gestión presupuestaria y fiscal.