Pepe Haro.- Dice el Banco de España en este informe dos cosas falsas, por descontextualizadas. Primero, cuando afirma que la rentabilidad anual de las pensiones es del 3,5%(descontada la inflación), muy por encima de cualquier otro activo como, por ejemplo, el bono del Estado, está razonando como si el sistema de pensiones español fuese un sistema de capitalización, es decir, aquél en el que trabajador deposita en un fondo su cotización y éste invierte en activos financieros, de los que obtendría esa rentabilidad del 3,5%. Pero es que el sistema español, como el de casi toda Europa, es de reparto, de solidaridad: son los trabajadores activos los que, con sus cotizaciones, más una parte de los presupuestos del Estado, los que financian las pensiones actuales. Y precisamente este razonamiento procapitalización es el que se esconde detrás de la segunda afirmación que hace el Banco de España: si las pensiones, es decir, el gasto en pensiones, creciera más que el PIB, entonces no podría financiarse este incremento de las pensiones. No es así. Mientras que la economía crezca al menos como la población, el incremento del gasto en pensiones debido al mayor número de pensionistas, sobre porcentaje del PIB, no supone pérdida de renta para el resto de la economía. Simplemente hay más gasto en pensiones porque hay más pensionistas y menos trabajadores activos, pero éstos mantienen sus ingresos sin merma. No digamos si el PIB crece por encima de la población. En definitiva, el Banco de España y los sectores neoliberales apuestan por reducir el gasto en pensiones para que proliferen los seguros privados gestionados por la banca y la presión fiscal sobre las rentas altas no se eleve para financiar el gasto social, del que forma parte el gasto en pensiones. Lo de siempre. Sólo que ahora ya recurren a un argumentario de lo más burdo que da patadas a la aritmética elemental.