Un total de 61 activistas de siete países europeos han llevado la emergencia climática a uno de los símbolos del poder político europeo: el edificio en el que a partir de esta tarde se reunirá en Bruselas el Consejo Europeo, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Informa Andrés Gil, corresponsal en la capital belga.
La protesta se produce después de la publicación del Pacto Verde Europeo "incompleto" por parte de la Comisión Europea, y coincide con las fases finales de la COP25 en Madrid.
Después de llegar de madrugada en un viejo camión de bomberos rojo, los 28 escaladores, con 33 activistas más de Greenpeace Bélgica en la acera, treparon por el edificio de la cumbre y lo envolvieron con pancartas de gigantes, y prendieron bengalas rojas y amarillas.
Los activistas, de Alemania, Francia, el Reino Unido, Bélgica, Austria, la República Checa y Suiza mostraron un gran mensaje en la fachada del edificio que decía: "Emergencia climática". Los escaladores también tenían pancartas más pequeñas en varios idiomas.