El primer Día Internacional de las Mujeres Rurales se celebró el 15 de octubre de 2008. Fue establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas en su Resolución 62/136 de fecha 18 de diciembre de 2007. En ella se reconoce «la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural».
El día de la mujer rural no solo tiene como objetivo reconocer su papel vital de las mujeres en las zonas agrícolas, sino que también tiene como objetivo mejorar las condiciones educativas, sanitarias y de seguridad, así como asegurar su participación plena e igualitaria en la toma de decisiones a todos los niveles.
Las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial y el 43 por ciento de la mano de obra agrícola. Labran la tierra y plantan las semillas que alimentan naciones enteras. Además, garantizan la seguridad alimentaria de sus poblaciones y ayudan a preparar a sus comunidades frente al cambio climático.
Con ese motivo, en la referida resolución se pide a los Estados Miembros que, en colaboración con las organizaciones de las Naciones Unidas y la sociedad civil, continúen esforzándose por aplicar los resultados de las conferencias y cumbres de las Naciones Unidas, y que asignen mayor importancia a mejorar la situación de las mujeres rurales en sus estrategias de desarrollo nacionales, regionales y mundiales.