El esperpento en que se ha sumido el ínclito edil de la extrema derecha ciezana, le lleva a realizar una serie de afirmaciones temerarias sobre el supuesto mal estado de los animales, amparándose en el anonimato de “distintas fuentes” no identificadas.

Manu Parra/redacción.- Probablemente el concejal de Vox, Juan Piñera, sea, de entre los personajes de la política ciezana, el candidato a ser galardonado como el “más duro de mollera”. No hay semana en que no sea protagonista del comentario, la ocurrencia o directamente el bulo precocinado y malévolo contra aquel a quien ha puesto en la diana como el mayor enemigo de su particular y ultraderechista cruzada en la política ciezana, el concejal Francisco Saorín, al que intenta desprestigiar, una y otra vez, con patrañas, mentiras y bulos prefabricados, aun a costa de los “revolcones” que sufre tras cada una de “sus embestidas”.

Esta semana se ha despachado en su cuenta de facebook con supuestas “quejas y descontentos” dirigidas al concejal de Sanidad y Salud Pública del Ayuntamiento de Cieza, Francisco Saorín, por “lo que sucede en las instalaciones de animales de Ascoy” que nada tiene que ver con la realidad y con lo que le cuenta sus fuentes, que dicho sea de paso podría nombrarlas, aunque es difícil identificar lo que no pasa de ser algo inventado por alguien resabiado o propio de una mente calenturienta.

Juan Piñera continúa en su comentario diciendo que “según distintas fuentes (no identificadas), el malestar aumenta entre quienes se preocupan de lo que allí sucede”, y asegura que “se han presentado en las instalaciones varios interesados en adoptar y no les ha sido posible”. Sin embargo, la realidad que ha podido contrastar este medio del responsable municipal es que solo se ha presentado en las instalaciones una persona al inicio de la actividad en el nuevo centro y por descoordinación del personal, entre responsables y trabajadores no fue debidamente atendida, por lo que esa persona interpuso una queja ante el Ayuntamiento que fue atendida directamente por el Concejal de Sanidad y Salud Pública que se entrevistó con ella en su despacho, dando explicación de lo acontecido y del hecho de la no atención. Quedando la persona perfectamente informada y atendida en materia de adopción de un animal, adopción que no se produjo por voluntad de la persona adoptante. El resto de visitas para adopciones han sido atendidas en horario y previo concierto, mediante llamada de teléfono, tal como está previsto, incluso quedan reflejadas y registradas las visitas de adopción, en el libro de registro de las instalaciones y de Esprineco, libro de registro obligatorio y preceptivo, ante cualquier visita de inspección por parte del Seprona o autoridad medioambiental o sanitaria.

Seguidamente, el concejal del partido de ultraderecha  dice que “no se proporciona información del paradero de los animales que salieron antes del comienzo de las obras”.  Otra afirmación maliciosa ya que los animales que no han regresado al núcleo zoológico, no han hecho por que han sido adoptados, quedando constancia de su adopción mediante numero de chip identificativo, lo que conlleva que desde ese momento el número de chip del animal queda asociado a una serie de datos personales de su nuevo dueño, datos protegidos por la ley de protección de datos que no son publicables.

No para ahí el “político” de Vox ya que, a reglón seguido, sostiene que “no hay publicidad de los animales en adopción, con lo cual se hace más difícil la salida de ellos de las instalaciones”.  Otra ocurrencia para llenar el comentario del personaje ya que los animales en adopción son todos los que hay en el núcleo zoológico y cada persona puede personarse siguiendo los cauces establecidos, ver los animales existentes, pedir asesoramiento sobre las características de cada perro para tener conocimiento de lo que adopta y poder hacer su elección, atendiendo a sus gustos, caprichos y existencias. Puede pasear con el perro elegido antes de ser adoptado definitivamente, puede subir con su familia a excepción de niños muy pequeños y puede elegir y reservar, tomándose el tiempo necesario para tomar la decisión de adoptar.

Asimismo, “confirma”, según sus fuentes (no identificadas), que “hay quejas porque los bebederos son muy pequeños para estos días de altas temperaturas, y además se pueden volcar”, sin especificar si dichas quejas son de los visitantes al centro, de los cuidadores o de los perros., lo que no deja de ser un bulo más ya que en su visita al centro, el concejal Juan Piñera pudo comprobar minuciosamente que las instalaciones se ajustaban a proyecto, no observando por su parte la supuesta deficiencia a la que ahora se refiere.

También aduce que “todavía no se permite pasear a los animales”, obviando que el núcleo empezó a funcionar el 1 de agosto, y que la empresa gestora del centro, con buen criterio, pidió que durante agosto se actuara con cautela por la situación de pandemia, ya que si se convierte el núcleo “en una feria” y hay contagios del personal trabajador, ellos tendrían que aislar a sus trabajadores y habría un verdadero conflicto a la hora de atender a los animales.

En otro orden de cosas, “desde su cátedra” afirma que “hay constancia de que se llama a la policía local para recoger animales. En varias ocasiones la empresa responsable no apareció para atender el requerimiento”. La realidad es que toda llamada a la policía es trasladada a Esprineco y hay una, dos o tres actuaciones hasta que el animal es recogido y todo queda escrito, trazado y reflejado en los partes de los agentes  y los partes de trabajo de Esprineco que son entregados mensualmente a la Concejalía de Sanidad y Salud Pública.

Por último, Juan Piñera deja caer que el concejal Francisco Saorín “no responde a las preguntas que, en intención de saber, varios ciudadanos le hicieron por registro”. Al respecto, este medio ha podido confirmar que ha habido entrada en la concejalía de tres escritos solicitando información, dos de ellos respondidos personalmente por el concejal a la solicitante y un tercero realizado por una abogada de Murcia, la cual pregunta por los animales desaparecidos, una pregunta maliciosa ya que no hay animales desaparecidos, hay animales adoptados;  escrito que no ha sido respondido por no ajustarse a lo real, no puede el técnico responder a algo que no está ocurriendo.

Un comentario, el de Juan Piñera, propio de una persona obsesionada con su oponente político que, como en casos anteriores no pasa de la patraña, la mentira y el bulo con el único propósito de intentar desgastar a quien considera un enemigo a batir. En definitiva, el concejal de Vox, Juan Piñera, entre la tragedia y la comedia, opta por el vodevil con la “perrera municipal”.