La maniobra estaba bien diseñada: la derecha de UPN (2 votos) anunciaban su voto sí con lo que la cosa se resolvía con un 176/173. A la hora de votar lo hacen en contra y tumban la reforma: 174/175. Y el gobierno perdería por haberle arrebatado el escaño a Alberto Jiménez. Al final, un error de un diputado del PP da la mayoría al gobierno y el Congreso aprueba la reforma laboral de Yolanda Díaz.
El Congreso ha aprobado por la mínima la reforma laboral. La votación ha sido tan ajustada, 175 votos a favor y 174 en contra, que ha salido adelante gracias a un diputado del Partido Popular que, por error, ha dado al botón de 'sí'.
Su equivocación ha sido clave, ya que finalmente los dos diputados de UPN con los que se contaba para la aprobación de la reforma se han saltado la disciplina de la dirección de su partido, que había acordado apoyar la norma, y han votado en contra.
En público, los populares niegan la equivocación de su diputado y lo achacan a un error informático. Según su versión, Casero ha acudido al hemiciclo para votar de nuevo, esta vez de forma presencial, algo que reglamento impide, informa Europa Press. El PP ha pedido una convocatoria urgente de la Mesa del Congreso para analizar este suceso.
Los informáticos de la Cámara Baja han asegurado que no se ha producido ningún fallo técnico y han comprobado que, efectivamente, Casero ha votado 'sí'. "El sistema es totalmente fiable. No ha podido haber un error técnico. Se ha equivocado el diputado", han declarado fuentes de la presidencia de la Mesa del Congreso citadas por el El Plural.
Los últimos instantes de la sesión han sido de confusión total. La presidenta del Congreso, Meritxel Batet, ha llegado a anunciar el rechazo a la reforma, lo que ha provocado que tanto los parlamentarios del PP como los de Vox se levantaran de sus escaños para jalear y aplaudir. Lo que no sabían entonces los representantes de la derecha es que la norma sí tenía los síes necesarios y que era por uno de los suyos.
Segundos más tarde, los servicios jurídicos de la Cámara han aclarado a Batet que, realmente, los votos a favor eran más que los votos en contra. La presidenta ha anunciado la convalidación de la reforma, provocando una reacción similar en las bancadas del PSOE y Unidas Podemos, que han acabado coreando "¡Sí, se puede!".