Adolfo Barrena Salces.- Este personaje, que se propone ser Presidente del Gobierno de este país, no deja de demostrar lo ruin y mezquinas que son sus apariciones en público.
La última, aunque seguro que ya ha tenido tiempo de decir más gilipolleces, es que en Cataluña no se deja ir al baño a niños y niñas que hablan castellano.
Afirma que el profesorado ha recibido instrucciones para ello.
Hay varios elementos insultantes en estas afirmaciones. El primero, básico y fundamental, es que lo hace por ese rastrero interés de cultivar el anticatalanismo, de intentar aprovechar esa guerra lingüística y patriotera que la derecha más rancia y casposa está empeñada en utilizar para cuidar el voto más españolista.
El segundo afirmar que un Gobierno Democrático, como es el que hay en Cataluña, curse instrucciones que, además de ser vejatorias, atentan contra los más elementales derechos del alumnado.
El tercero despreciar al profesorado por considerarle capaz de semejante aberración.
Y añadiría un cuarto, que es el considerarnos a todos y todas una cuadrilla de tontolabas que se tragan cualquier embuste.
Con todo, porque aunque haya una corte de palmeros y palmeras que le ríen las gracias y le votan, a mucha gente no nos preocupan las estupideces de este tipo. Lo que nos preocupa es el bajo nivel al que han llegado algunos medios de comunicación que, sin siquiera contrastar esa grave afirmación, lo elevan a la categoría de noticia y lo expanden y difunden. Como medida adicional, el ministerio ha planteado un Real Decreto de juego seguro que está pendiente de que lo remita a las Cortes el Consejo de Ministros. Entre otras cosas, el borrador proponía prohibir el uso de tarjetas de crédito a jugadores "intensivos" y aquellos que tengan comportamientos "de riesgo" y preveía que los jugadores de plataformas de apuestas y otros juegos tengan que establecer la cantidad máxima a apostar y fijar un tiempo máximo de juego.