Adolfo Barrena Salces.- Quienes ya tenemos unas cuantas décadas recordaremos que este puñetero día era el "Día del Caudillo". Fue el día que la dictadura instituyó como día de exaltación de Franco para imponer y recordar a todos los españolitos que el 1 de octubre de 1936, en la sede de la Capitanía General de Burgos, el general Franco fue investido como Jefe del Estado, que fue el título que ostentó durante su largo mandato. Fue ese Caudillo de España, por la gracia de Dios, que veíamos hasta en las pocas pesetas que teníamos.
Pero un día como hoy, el 1 de Octubre de 1931, es decir cinco años antes de que tuviéramos "caudillo" teníamos una república democrática que celebraba sus cortes constituyentes y que, ese día, tras un intenso debate que protagonizaron Clara Campoamor en su defensa, y Victoria Kent en contra, las cortes votaron a favor del derecho al voto de las mujeres.
Cinco años después, el franquismo se lo quitó y tuvieron que esperar otros 42 años, hasta 1978, para volver a ser ciudadanas de pleno derecho.
Durante los 40 años de dictadura supimos por qué nos imponían celebrar el 1 de Octubre. Además de que era fiesta nos lo explicaban en las escuelas e institutos.
Hoy, en plena democracia, serán mínimas las referencias a que se cumplen 90 años del voto femenino en España. Tampoco se explicará en las aulas. La historia que se da en nuestros centros escolares no llega al Siglo XX. Se detiene en los godos, en la reconquista, en las glorias imperiales que arrasaron medio mundo, pero los jóvenes de hoy, quienes tienen 40 años, no han visto en su vida escolar que aquí hubo una república, ni les han explicado que un golpe de estado fascista provocó una guerra, que hubo 40 años de régimen genocida. Por supuesto tampoco les han explicado la resistencia y lucha contra el fascismo y mucho menos en que el derecho al voto de la mujer, como todos los demás derechos democráticos, se consiguió con muchos años de lucha.