Adolfo Barrena Salces.- Es una de las partes de la canción que Víctor Jara dedicó a Cuba. Con ella venía a señalar como el pueblo cubano, a diferencia de otros, se había librado del yugo estadounidense gracias al triunfo de la revolución.

La Coca Cola la llevaron a Cuba los soldados estadounidenses que, tras la guerra mantenida contra España, "liberaron" Cuba y la convirtieron en una colonia más de EEUU.

No en vano la Coca Cola era, y es, un símbolo del imperio.

Conviene recordar, ahora que hay tanto demócrata defensor de las libertades, ahora que hay tanto derroche de ayuda y comprensión para con el pueblo cubano, algunas cosas.

Ni EEUU, ni el capitalismo, han perdonado que la revolución, aquella que llevó a Fidel Castro al poder en 1959, devolviera la dignidad a Cuba y a su pueblo que les había robado el imperialismo estadounidense al convertir Cuba en un burdel y un casino gracias a la connivencia del dictador Fulgencio Batista.

Ni han olvidado, ni perdonan, que a pesar del indecente, e inmoral, bloqueo económico al que EEUU somete a Cuba desde hace más de 60 años, no se rinde.

Podría hablar de muchas cosas sobre Cuba, pero hoy hablo del momento que vive el pueblo cubano que, una vez más, sufre un ataque a su soberanía y capacidad autónoma de decisión, en medio de la delicada situación generada por la crisis sanitaria de la COVID-19 y soportando el criminal bloqueo estadounidense sobre la isla.

Que poco veo en los medios, que poco oigo a esa fauna tertuliana, que poco oigo a todas esas voces de la derecha que, de manera oportunista y populista, utilizan los acontecimientos de Cuba, hablar de como en Cuba, a pesar del bloqueo, se ha gestionado, y gestiona, la crisis sanitaria mundial con los datos de muertes y contagios más bajos de toda América. No hablan, tampoco, de esas brigadas solidarias de médicos cubanos durante la época más dura de la pandemia. No hablan de como, a pesar del bloqueo, Cuba está desarrollando vacunas eficaces contra el COVID 19.

Esta cuadrilla de cínicos llega a pedir "una intervención humanitaria" para "socorrer" al pueblo cubano. Pero esta gentuza es la misma que calló cuando EEUU prohibió a las empresas que los fabricaban suministrar ventiladores pulmonares a Cuba en los momentos más graves de la pandemia. ¿Oyeron a alguien clamar en defensa del pueblo cubano? ¿Han oído pedir "intervención humanitaria" en esos países que sufren la pandemia y a los que no llegan las vacunas porque no tienen recurso alguno para pagarlas?

No me digan que no hay que tener la cara de cemento armado para ver reclamar democracia a quienes blanquean el franquismo, a quienes meten en la cárcel a raperos, twiteros, titiriteros, sindicalistas, actores,.... gracias a una Ley Mordaza que, para vergüenza nuestra, sigue vigente.

La misma jeta, y sinvergonzonería, hay que tener para, sin condenar el franquismo, pedir la condena de la "dictadura cubana" y aplaudir hasta con las orejas a esos sátrapas del petróleo, a esa "democracia marroquí" que masacra al pueblo saharaui, a ese gobierno israelí que asesina, un día sí y otro también, al pueblo palestino, por poner algunos ejemplos.

La libertad para el pueblo cubano llegará cuando se ponga fin al bloqueo. Ese bloqueo económico, al que el imperio somete a Cuba, además de interferir gravemente en las relaciones comerciales, de provocar desabastecimiento generalizado, vulnera la convención de derechos humanos.

Así lo entiende la ONU y así lo ratificó su Asamblea General el paso 23 de Junio cuando, una vez más, rechazó el embargo a Cuba y pidió el cese del bloqueo.

La resolución contó con el apoyo abrumador de  184 países, entre ellos España, tuvo dos votos en contra (el de EEUU e Israel) y 3 abstenciones (Ucrania, Brasil y Colombia).

¿Oyen Vds. pedir con la insistencia y ruido que se pide la condena del Gobierno cubano, que se cumpla la resolución de Naciones Unidas y cese el bloqueo?

Pues no, no lo oyen, porque para este atajo de cínicos lo importante no es el pueblo cubano, ni la democracia, ni la salud. Lo importante es machacar la experiencia revolucionaria que el capitalismo no logra doblegar y ya puestos, aquí en casa, les viene al pelo para seguir con la estrategia de acoso y derribo al Gobierno.

Esta gente, a diferencia del pueblo cubano, prefiere el ron con Coca Cola.