Adolfo Barrena Salces.- En esta última semana la "trumpante" presidenta de la Comunidad de Madrid, ha dado dos noticias que son, en si mismas, la expresión clara y pura de lo que es el PP, de lo que es la derecha y de lo que puede esperarse de esta gente que gobierna para sus amiguetes y para sus intereses personales.
Una es aquella de la astracanada que supone montar un chiringuito específico para ese personaje, vividor de la política y de sus cambios de chaqueta, que es un actorzuelo venido a menos al que llaman Toni que se va a dedicar, eso dicen, a defender el español de las agresiones miles que recibe.
No estaría mal empezar a dejar de hablar del "español" y ser serios y llamarle castellano. Salvo que sea un defensor del español oportunista y de conveniencia, todos y todas sabemos que lo que esta gente de las banderitas llama "español" es una lengua romance, procedente del latín, originaria del reino medieval castellano que se habla en Madrid y en muchos otros sitios.
La otra es esa que convierte a Acciona, al Corte Inglés y al Banco de Santander, en centros de vacunación para madrileños y madrileñas. No sé, lo estoy buscando pero no lo encuentro, cuanta pasta va a pagar el Gobierno de Madrid a estas empresas por el servicio. Sí que sé que, el mismo Gobierno que subcontrata a estas empresas, ha cerrado 43 centros de salud de la red sanitaria pública.
Sí que sabemos la pasta que se va a llevar el baranda del chiringuito.
También sé, porque llevo una semana sufriéndolo, que el punto fuerte de tertulias, mass media y redes sociales es el español y su paladín defensor y que, apenas nadie, habla del atraco a la sanidad pública madrileña.
No sé si será cosa de la edad, o de los calores veraniegos, pero tengo la puñetera impresión de que, una vez más, desvían la atención hacia una sinvergonzonería más del PP, de IDA, de esta gente, y consiguen que un hecho, que a mí me parece más grave, pase a un segundo, o tercer, plano porque además nos sirven esa cosa del futbol.
Bueno, y recuerden, el dichoso (de dicha, de alegría porque no aprendemos) bicho sigue rondando.