Adolfo Barrena Salces.- Hacía tiempo que no sentía un asco tan profundo. Al hilo de ese chantaje que protagoniza Marruecos, utilizando sin ningún rubor a su población para provocar ese conflicto que viven Ceuta y Melilla, han salido los ultras y todo el facherío a repartir su racismo, su odio, su xenofobia y a aprovechar el momento para seguir con su populismo panfletario.
La situación actual está demostrando claramente lo que es esta gente. Es capaz de pervertir un hermoso acto de solidaridad en un asqueroso episodio de insulto y ultraje a quien acoge a un inmigrante y lo aderezan con ese indecente machismo que esta gentuza destila.
Vemos correr a buscar la foto patriotera a quienes reclaman y exigen mano dura contra la "invasión", defensa a ultranza del solar patrio y acusan al Gobierno de "rendirse" y "abandonar a la población española de Ceuta y Melilla.
Lanzan una indecente campaña, como siempre hace el fascismo, contra el colectivo más débil, contra los menores que llegan solos y solas, sin ninguna compañía.
Les lleva su odio, racismo y xenofobia hasta el punto de decidir que los 13 menores que acoge Andalucía son causa para romper el Gobierno y exigir elecciones anticipadas en Cataluña.
Ya ven en manos de quienes están Gobiernos como el de
Zaragoza, nuestra inmortal ciudad, o el próximo a formarse en Madrid.
Más allá del problema de la inmigración, que requiere más tiempo y debate, lo que demuestra lo que está sucediendo es que tenemos una buena dosis de fascismo, de racismo y de xenofobia que, además, quita y pone gobierno y que puede llegar a gobernar.