Adolfo Barrena Salces.- Así me siento, así nos sentimos todas y todos quienes nos solidarizamos con el pueblo palestino y vemos, a diario, los asesinatos que comete el ejército israelí.
Indigna esa impunidad total que les otorga la indiferente complicidad de esa mal llamada "comunidad internacional" con el gobierno asesino, con quien practica el apartheid, con quien expulsa a la población palestina de sus casas y territorios, con quien asesina a civiles.
Auténtica rabia y mala hostia se mete en el cuerpo cuando te enteras de que otra vez, y ya van 3, el aliado preferente del sionismo que son los EEUU, guardianes de la "libertad y la democracia", bloquea en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (el sanedrín de 15 miembros con más poder de la ONU) una resolución que pide el alto el fuego. No pide cuentas a un gobierno asesino, ni pide devolver sus derechos al pueblo palestino. Pide el alto el fuego, que cese la masacre, que cesen los bombardeos.
Mientras la comunidad internacional, con el cinismo de siempre, se pone de perfil, sigue la masacre, sigue la demolición de edificios y de infraestructuras.
Los nuevos bombardeos, los nuevos asesinatos, se unen a los que lleva sufriendo el pueblo palestino desde hace más de 70 años.
La ONU, los EE.UU, la comunidad internacional, sabe que el conflicto que se vive en Palestina está provocado y causado por la forma brutal en la que se ocuparon los territorios palestinos que se invadieron en 1967 y que Israel se niega a abandonar.
La política del Gobierno israelí desde entonces ha sido construir asentamientos israelíes para llenarlos con miles de colonos judíos, muchos de ellos caracterizados por su radicalidad y odio hacia la población palestina. Esta política está acompañada de un brutal sistema de apartheid que recorta derechos de todo tipo del pueblo palestino, que le somete a embargos y bloqueos incluso de alimentos y medicinas y que reprime, y oprime, salvajemente al pueblo palestino.
Un día, cuando el criminal gobierno sionista considere cumplidos sus objetivos militares, dejarán de caer bombas.
Pero el conflicto seguirá sin resolverse porque tampoco esta vez de abordará el problema. Y ese problema, esa injusticia, se llama OCUPACION.
Pero como Israel no tiene ningún interés en dar solución, debería ser esa "comunidad internacional" la que ejerciera sobre Israel toda la presión política y económica para obligarle a entrar en la vía de la devolución de territorioa y derechos al pueblo palestino.
Eso sería mucho más serio y razonable que esa "poses oportunistas" de condenar la violencia (y encima la de los dos bandos) y hacer llamaditas para que vuelva la paz y cese la violencia.
¡¡Viva Palestina Libre¡¡
