Adolfo Barrena Salces.- Y me vacunaré con la que me adjudique el sistema sanitario público y como hay quien me pregunta ¿y si es la de AstraZéneca?, pues también.
No voy a dejarme llevar por esa histeria colectiva que, azuzada y difundida por medios de comunicación, tertulianos y tertulianas y epidemiólogos de fin de semana, está asustando al personal y consiguiendo que una de las vacunas posibles en la UE se quede sin poner en los ritmos y a las personas previstas.
No soy epidemiólogo, ni experto en vacunas. Pero sé, porque hay información suficiente, porque la humanidad ha vivido múltiples epidemias y porque como cada ciudadano y ciudadana de este país (salvo esa gente negacionista y antivacunas) estoy vacunado contra todas esas enfermedades de las que el sistema público de salud nos ha vacunado, que las vacunas protegen y que, cuando menos, hacen que si te pilla la enfermedad que sea no acabas en la UCI o en el cementerio.
He dejado de leer los prospectos de las medicinas que, afortunadamente en muy pocas ocasiones, me recetan porque, si los leyera seguro que no me tomaría ni una aspirina. Me fío de mi médica de familia que es una profesional formada y me atiende.
Confío plenamente en el sistema público sanitario, aunque gracias a los recortes funciona como puede. Se que las vacunas, todas, ha pasado los controles obligatorios y que por eso, porque los han pasado, se pueden poner a la población. Se, porque se han encargado de repetirlo y reiterarlo, que hay una pequeñísima cantidad de gente (2 casos por millón) que ha sufrido trombos después de vacunarse con AstraZeneca.
Sé, aunque de esto hablan menos, que las vacunas de AstraZéneca salen a 2 euros y las otras a 20 euros. Me llamarán malpensado pero ninguna farmacéutica es una ONG y son habituales las "guerras comerciales" entre ellas.
Tampoco sé, porque nadie habla de ello, si las otras vacunas que se comercializan en la UE tienen algún efecto secundario. Me suena muy raro el empeño en hablar de AstraZéneca y no de las Pfizer o Moderna.
Tampoco sé por qué aquí en la UE, no se compran las vacunas
rusa (Sputnik V), la china o la cubana (Soberana). Vacunas que también han superado los controles y que se están poniendo en otras zonas y países del mundo.
Con todo ello tengo la sensación de que, de manera impresentable, nos quieren meter en algo muy diferente a cuidar nuestra salud. Me suena a guerra multimillonaria, a estrategia comercial, a miles de millones de euros.
Así que me dejo de historias y de histerias, me vacuno en cuanto me digan y me pongo la que me den.
Por supuesto Vds. son muy libres de hacer lo que consideren, pero háganlo con su criterio, no con el que le marquen.