Adolfo Barrena Salces.- Dice la candidata a repetir como baranda madrileña que hay que elegir entre comunismo o libertad.
Lo dice quien no tiene ni puñetera idea de lo que es comunismo, ni el socialismo y quien envilece la palabra libertad al utilizarla como un slogan vacío, oportunista y recurrente para una campaña electoral.
Puede permitirse esta felonía porque, para desgracia nuestra, el sistema ha conseguido una sociedad mayoritariamente indocumentada, una sociedad sin capacidad de análisis crítico, una sociedad que conforma su opinión gracias a medios de comunicación que no son independientes, a tertulias tendenciosas y adoctrinadoras, a esas redes sociales que imposibilitan la reflexión sosegada y que son campo abonado para noticias falsas, bulos, mentiras y engaños. Es el resultado de sistemas de enseñanza centrados en lo memorístico, en el aprendizaje. Currículos académicos que inciden en introducir conceptos sin dar opción u oportunidad de conocer, y entender, el significado.
Se sale de la ESO sin saber lo que es comunismo, ni lo que es socialismo, sin saber que la libertad no es la bandera de la derecha y mucho menos de quienes reivindican el franquismo. No han podido analizar cómo puede llegar la libertad, si con el socialismo, el comunismo o el capitalismo salvaje que defiende la derecha.
Para Dª Isabel y su tribu la libertad es poder ir donde te de la gana, comprar los domingos, explotar a tus trabajadores, ir a cazar y a los toros, mantener los negocios por encima de la salud, hacer hospitales sin quirófanos, facilitar el negocio de amigotes,...
Ayer, para vergüenza nuestra, el Presidente de la República Francesa, Enmanuel Macrón, alguien que no es socialista, ni comunista, hizo lo que en este país, no se hace. Macron, reconoce, y agradece públicamente, el compromiso, el valor y el esfuerzo, de aquellos soldados republicanos que, a pesar de haber sufrido la derrota, a pesar de su paso por los campos de internamiento, no dudaron lo más mínimo y se sumaron a la resistencia y a las fuerzas aliadas que combatían a los nazis. Lo dice claramente: “No olvidaremos a los españoles que nos permitieron ser libres".
Es evidente, lucha contra el fascismo por la libertad. Esa es la lucha, es la misma del "no pasarán". Pero aquí no se reconoce así.
Mientras Francia recuerda, respeta y homenajea a los republicanos españoles, aquí, quienes hablan de libertad, vandalizan su recuerdo, arrancan placas de memoriales que recuerdan a quienes lucharon por la libertad y aplauden actos y misas de exaltación del fascismo.
