Adolfo Barrena Salces.- En muchas ocasiones, más y especialmente en épocas de crisis, se oye por ahí hablar de la necesidad de que la "gente que sabe" tome las riendas de un país.

Se nutre esta opinión de un par de factores que, debidamente impulsados y propalados por el sistema y sus acólitos (prensa, tertulianos, círculos de empresarios, fundaciones de las entidades financieras, los consejos de administración del IBEX y demás gentes de orden) hacen que haya gente que se lo crea.

Uno de ellos tiene que ver con la desafección generalizada hacia la política y los políticos. Es frecuente la generalización hacia la "casta política" en lo referido a corrupción, inutilidad, incapacidad, vivir lejos de la realidad y, sobre todo, no tener ni puñetera idea de estas cosas de la economía que, para toda esta fauna, es la base de la vida. Es la gente que aplaude a quienes evaden capitales, la que ve bien que las empresas ganen pasta que para eso están, las que ven bien que alguien cobre 555 millones por darle bien a un balón, la que quiere salvar, por encima de la salud y la vida, las cuentas de resultados. Rematan diciendo "lo caro que nos cuesta el parlamento", aunque les importa un pimiento lo que nos cuesta la monarquía o la santa madre iglesia, o el ejército.

Es la gente que se define "apolítica", como si no estuvieran haciendo política cuando recelan y "huyen" de ella. Siempre recuerdo una vez, en unas elecciones, cuando un ciudadano me increpó por la calle por ser candidato. "ninguno gobernareis con mi voto", me dijo a gritos. "Seguro, le respondí, le gobernarán con los votos de los demás".

El otro factor tiene que ver con ese principio clasista de que las cosas deben hacerlas la gente que mejor sabe, el experto.

Este pensamiento viene de lejos, hay un dicho popular que manda a "zapatero a tus zapatos". No se refiere el expresidente, no. Se aplica para decir que zapatos, solamente saben, o pueden, hacerlos zapateros o zapateras. La verdad es que hoy en día los zapatos, como tantas y tantas cosas, las hacen unas cadenas robotizadas, eso sí, diseñadas por técnicos/as que, además de fabricar el zapato, "fabrican" turnos, salarios, contratos y salud.

Viene esto al hilo de como están saludando los mercados y las bolsas ese encargo que se ha hecho en Italia al Sr. Draghi, el afamado banquero que fue Presidente del Banco central Europeo de 2011 a 2019.

Italia "harta de sus políticos", nos dicen, encarga un Gobierno de Tecnócratas para intentar su "salvación". La primera en celebrarlo ha  sido la bolsa de Milán y toda la corte de palmeros y palmeras del tinglado económico.

No estará mal recordar que Mario Draghi fue el presidente para Europa de Goldman Sachs y unode los responsables de la crisis. Luego fue catalogado como el "salvador del €" en la crisis anterior del COVID. Recuerden, porque trabajadores y trabajadoras lo seguimos pagando, a costa de qué se salvó el €.

Vamos algo así como si aquí, en este país, encargamos de la cosa a Botín, o a Florentino. Lo más triste es que, además del capital, hay gente que piensa que lo mejor que puede pasarle es que gobierne un banquero. Frágil memoria tienen quienes quedaron con la vida jodida porque se declaró constitucional "salvar la banca".

Una última reflexión. Un Gobierno de tecnócratas es un fraude democrático. Al final no gobierna la gente a la que hemos votado, sino que gobiernan quienes ni siquiera se han presentado a las elecciones, quienes rinden cuentas en sus consejos de administración, quienes no se deben a la ciudadanía sino a sus accionistas.