Eberhard Grosske Fiol. -Hace tres días, sucedió un fenómeno parlamentario digno de estudio: Vox se abstuvo en una votación del Congreso de los Diputados para permitir que el gobierno sacara adelante un Decreto ley destinado a facilitar la llegada a España de fondos europeos que nuestro país necesita como el pan.

Lo más significativo no es la abstención en sí, sino que el acuerdo sometido a votación fue respaldado, entre otros, por Bildu y el Partido Nacionalista Vasco y que, en cambio, intentaron torpedear la llegada de los fondos europeos Esquerra Republicana de Catalunya, Junts per Catalunya, la CUP y, agárrense que vienen curvas, el Partido Popular y Ciudadanos!!.

Si se introdujeran todos estos datos en un ordenador virtual que tuviera como misión analizar la coherencia política de los grupos parlamentarios al pobre aparato se le fundirían los plomos.

La causa de este disparate es que, salvo algunos grupos minoritarios, casi nadie vota pensando en los intereses generales (es decir, pensando en tí, que me estás leyendo) ni con un mínimo de coherencia

Vox no se abstuvo en la votación para facilitar la propuesta del Gobierno sino para demostrarle al PP que no iba a ser permanentemente su furgón de cola; Ciudadanos y el PP votaron pensando en el mal cuerpo que les ha generado el efecto Illa; todos los grupos catalanes votaron en contra por la misma razón que el PP: porque las elecciones catalanas estaban a la vuelta de la esquina. En cambio PNV y Bildu , que no tienen elecciones a la vuelta de la esquina, votaron con el gobierno.

Sus señorías deberían escribir 100 veces en la pizarra que están donde están para servir los intereses de la gente y a los ciudadanos que han tenido la paciencia de leerme, les aconsejo humildemente que prescindan de los memes y los fake news y que miren con prevención a quienes insultan en vez de proponer

Fuente: Última hora Mallorca