Adolfo Barrena Salces.- Hoy hay niebla en Zaragoza. El Ebro, los puentes, el Pilar, las calles, tienen esa bufanda que todo lo envuelve y difumina.
Ya sé que la niebla es un fenómeno meteorológico que se da cuando hay suspensión de gotitas de agua que reducen la visibilidad.
Hay niebla de varias clases, está la niebla meona, la garúa, el dorondón por estas tierras,... Pero todas tienen una cosa en común. La niebla, la boira, impide una buena visión.
Parece que, avergozada de lo que hay, nos quiere tapar las miserias cotidianas de un país que, como poco, es muy poco serio.
Vemos el oportunismo prepotente, insolidario y prevaricador de quienes, aprovechando su puesto y su cargo, se saltan las colas de las vacunas y se burlan del resto de la ciudadanía. Es cabreante ver alcaldes, consejeros, directores de hospitales dedicados a estas prácticas indecentes.
Ya solo nos faltaba conocer que el "cuñao" del "preparao" ya está vacunado por delante de miles de personas de alto riesgo.
Te das una vuelta por las noticias y te enteras de que el alcalde de Madrid fía la resolución de los problemas de la ciudadanía a que "va a llover". No lo arregla con más servicios públicos de limpieza, no. Lo fía al tiempo.
La tercera fuerza política de este país, VOX, sale pidiendo el nobel de la paz para Trump, y no es que el galardón tenga muy cuestionables poseedores, es que pidiendo el nobel para un fascista, están legitimando, y diciendo que es su modelo, el trumpismo y su cuadrilla de matones.
Nos sale Dª Isabel, la mediática, pero ineficaz presidenta madrileña, y nos cuenta que los contagios del COVID no tienen nada que ver con las efusiones navideñas, que se debe a los aeropuertos. Si es que tenemos arreglo, nos da por irnos de aeropuertos y pasa lo que pasa.
Lo dicho, que este país no tiene arreglo y sigue siendo aquel de charanga y pandereta que decía Machado.