Iñaki Gabilondo/Cadena Ser.- Como una sesión de posado. Hay mucho postureo político en el día en el que se constituyen las Cortes Generales. Sánchez pide la abstención de Casado, sabe que es imposible, pero lo hace para que conste su intención y para poner en evidencia que también a Casado le competen responsabilidades en la estabilidad del país. Inés Arrimadas pide un pacto PSOE-PP-Ciudadanos para posar por su lado bueno y rectificar los errores de Rivera, pero también es puro postureo porque sabe que es imposible, también ella sabe que Casado no está por la labor.
Muy por el contrario, Casado sueña con que Sánchez se estrelle y vayamos a unas nuevas elecciones, en las cuales está convencido de que podría ganar, que podría ir a La Moncloa. Y por parte de Sánchez pues estamos un poco en las mismas: Sánchez acepta la invitación de Inés Arrimadas y lanza esta petición de abstención a Casado para presionar a ERC, para mandar a ERC un recado y decirle que no está en sus manos, que tiene otras opciones, pero también hay mucho de postureo aquí, porque no es verdad, en realidad Sánchez no tiene otras opciones y porque, además, su gobierno de coalición con Iglesias está prácticamente cerrado ya. Él aprieta a ERC, pero está convencido de que ERC cederá, que está en este momento jugando un juego de hacerse el duro, ponerlo difícil, para que JuntsxCat no les pueda acusar entreguismo en esa pugna por el liderazgo del independentismo que libran JuntsxCat y ERC, pero cree que terminará pactando, también lo creo yo.
Yo tengo la impresión de que todas las decisiones están ya tomadas y que los bloques de derechas y de izquierdas están claramente consolidados en un enfrentamiento con pocos arreglos. De manera que creo que habrá gobierno y que ese gobierno no podrá acometer las reformas de fondo que exigen transversalidades. Mientras tanto, desde mi punto de vista, los movimientos a los que estamos asistiendo son trampantojos, juegos de espejos, postureo, el día en el que comienza la XIV legislatura.