R.M. /20minutos.- La gestora del PSOEcomienza a dividirse. A pesar de llevar apenas un mes y medio en marcha (sus miembros fueron designados por el Comité Federal el 1 de octubre), la nueva dirección en funciones se encuentra partida en dos bandos.

Uno es el formado por Javier Fernández, el presidente, y por el sector andaluz, al frente del cual se encuentra Mario Jiménez, portavoz del órgano colegiado y lugarteniente de Susana Díaz en Madrid. El otro lo conforman el resto de miembros, a quienes los primeros, denuncian, apenas dan cuenta de sus iniciativas más polémicas.

El detonante de las discrepancias –que 20minutosya anunciaba este lunes– se produjo este lunes, cuando Javier Fernández pactó con Miquel Iceta,primer secretario del PSC, la creación de una mesa bilateral para revisar los términos de la alianza histórica que ambos partidos cerraron a finales de los años 70.

Este acuerdo, que se gestó al margen de la propia gestora, del Comité Federal y, por lo tanto, de la militancia, implicará la puesta en marcha de una comisión negociadora de entre seis y ocho miembros que deberá resolver en un plazo de dos meses dos cuestiones fundamentales.

La primera es si la formación catalana debe mantener o no su privilegio de contar con voz y voto en los órganos nacionales de los socialistas, una “asimetría” con la que la líder andaluza Susana Díaz desea acabar. La segunda es aclarar si las resoluciones del último congreso del PSC, en las que se reivindica el estatus de “nación” para Cataluña, superan o no la conocida como Declaración de Granada, en la que el PSOE propuso un modelo federal para España.

Revisión de pactos

La revisión de los pactos entre el PSOE y el PSC beneficiaría, precisamente, a la federación andaluza, que lograría un peso casi hegemónico si consigue sacar a los socialistas catalanes de los órganos de decisión nacionales, como se ha deslizado. Miquel Iceta, por su parte, podría utilizar su mayor independencia para desarrollar su propuesta territorial y contrarrestar a En Comú Podem (marca regional de Podemos) y a Ada Colau, que ganan adeptos entre los votantes de izquierdas.

“La gestora no se ha reunido desde el 23 de octubre.Nada se ha hablado de la relación con el PSC, ni de ponencias ni expertos ni nada (…) Peor es no saber qué postura mantendrá Javier Fernández, que será la suya, ya que nada se ha discutido en la gestora”, estalló en las redes Francisco Ocón, miembro de la gestora afín al exsecretario de Organización César Luena tras sustanciarse el acuerdo.

“No es normal que Javier y Mario lleven esto por su cuenta. La situación es difícil, pero así no se hacen las cosas”, insistió otro componente del órgano en funciones a este diario.

“La gestora es provisional y no puede tomar decisiones de este tipo. La cuestión atañe a todo el PSOE y debe pasar por un Congreso o, al menos, por el Comité Federal. Hablamos de la relación entre España y Cataluña, nada menos. ¡Y en un momento crítico! Esto no tiene ni pies ni cabeza”, agregó un dirigente autonómico.

La respuesta de Fernández a las críticas fue taxativa: “Este es un órgano ejecutivo y yo actúo en consecuencia”. “Ya habíamos hablado de que existe una discrepancia y en la próxima reunión trasladaré al resto cuál es mi posición”, zanjó.

El malestar por la forma en la que se está conduciendo la gestora no es nuevo. Antes de la iniciativa sobre el PSC, federaciones afines al ex secretario general Pedro Sánchez como Madrid, Baleares, La Rioja, País Vasco o Castilla y León ya advirtieron de que la abstención ante Mariano Rajoy o la relación con Cataluña eran decisiones que solo podían dirimirse en un congreso nacional. José L. Ábalos, líder del PSOE de la provincia de Valencia, ha promovido una resolución para exigir su celebración de inmediato.