El responsable federal de Políticas Económicas de IU y concejal de Ahora Madrid analiza el porqué de la abstención a la senda de déficit del Gobierno.
Sato Díaz/Cuarto poder.- El concejal de Ahora Madrid Carlos Sánchez Mato (Madrid, 1970) es también el responsable federal de Políticas Económicas de IU. Después del toque de atención de las fuerzas parlamentarias que apoyaron la moción de censura al Gobierno ayer, al abstenerse en la votación de la propuesta de senda de déficit de Pedro Sánchez, analizamos la propuesta de la izquierda con este economista. También hablamos de política municipal, de cómo se va conformando la candidatura de Ahora Madrid para las municipales del año que viene, un día después de que Podemos e IU publicaran un llamamiento para confluir en la capital. Tal y como contábamos ayer en cuartopoder.es, apuestan por un proceso participativo de elaboración del programa, por primarias abiertas, proporcionales y plurales, y por la fórmula jurídica de la coalición electoral, frente al partido instrumental que hoy en día es Ahora Madrid.
– Unidos Podemos, también IU, se abstuvo ayer en la votación a la propuesta de senda de déficit del Gobierno.
– Así es. No era suficiente, claramente, por eso no votamos a favor. Ya mostramos la posición contraria, de enmienda a la totalidad, al proyecto de presupuestos presentado por el PP y que el PSOE ha hecho suyo. Esta propuesta se acomodaba a la consolidación fiscal, tal y como le llaman ellos, porque nosotros le llamamos de reducción del sector público. Un proyecto de reducción del sector público que llegaría hasta 2021. Una de las últimas cosas que hizo el señor Montoro como ministro fue enviar una actualización del Plan de Estabilidad a la Comisión Europea y ahí se revela que las políticas públicas pierden peso porcentual con respecto al PIB hasta 2021, hasta llegar al 38,5% del PIB, una de las cifras más bajas históricas. Unas cifras que hacen que el Estado no tenga los recursos para llevar a cabo políticas públicas imprescindibles para la mayoría social.
Evidentemente, 5.230 millones de euros más es una mejora, por eso no hemos votado en contra, pero si lo comparamos con el déficit social es claramente insuficiente. Teniendo en cuenta la evolución de estos años, este techo de gasto es similar al del año 2015 del PP. Si no votamos entonces a favor, este año tampoco lo podíamos hacer. Valoramos de forma positiva que haya más recursos, pero hay muchas más alternativas que son las que el Gobierno tiene que explorar.
– ¿Por ejemplo? ¿Qué alternativas?
– Los objetivos de déficit, que es lo que se ha votado, son objetivos que no tienen ningún componente científico que les otorgue la condición de inmutables. Ya hemos visto claramente cómo el PSOE ha negociado con la Comisión y ha conseguido aire con lo que había acordado el PP. ¿Por qué un poco de aire, si necesitamos una respiración normalizada en la administración española? Hacen falta soluciones reales y más dinero público, hacen falta políticas sociales imprescindibles, esto es imposible de hacer con el marco actual. Los objetivos de déficit son solo una parte de todo lo que se analiza. Con otros objetivos de déficit y una política fiscal más dura con los que más tienen se podrían llevar a cabo estas políticas.
– El Gobierno ha negociado con Bruselas y ha conseguido modificar estos objetivos de déficit. ¿Cree que la situación política europea, el auge de la extrema derecha, el debilitamiento de los partidos tradicionales, hace que la Comisión Europea esté más predispuesta a negociar?
– Es que es evidente que la estrategia ha resultado ser absolutamente fallida. Ha habido un crecimiento lastrado por la jibarización de las políticas públicas. En el Estado español, la pretendida recuperación está cogida por pinzas: recuerdo que estamos en una situación de dopaje de la economía, los tipos de interés el Banco Central Europeo están en el 0%. En esa situación, no podemos esperar que se vayan a mantener siempre estos vientos de cola: han estado los precios de materias primas, como el petróleo, anormalmente bajos y con un turismo que nos ha beneficiado.
Los gobiernos de la derecha han aprovechado para hacer un ajuste que ha ido contra los trabajadores y trabajadoras, con una precarización del empleo, con una bajada de salarios, con una situación de deterioro para los pensionistas… Toda esta situación nos enfrenta a una posible recesión que se puede dar en cualquier momento y no existen los elementos de actuación, por ejemplo monetarios, que tenían los gobiernos en el año 2010. Poca alegría, tenemos que ser conscientes de que los elementos que tiene en su mano el PSOE tienen que servir para fortalecer el sector público.
– Hablaba antes de fortalecer la política fiscal, eso está totalmente en contra de la amnistía fiscal de Montoro y de que el actual gobierno no haga pública la lista de personas que se acogieron a ella…
– Esa exigencia que hemos hecho no es por venganza ni ganas de represalias, va más allá. Estamos hablando de justicia fiscal, el sistema ha sido desmantelado por fases y en eso han contribuido el PP y, también, el PSOE. Claro, elementos tan evidentes como ayudas de Estado fiscales a empresas como Iberdrola explican que, incluso, a la derecha económica le dé vergüenza haber hecho lo que han hecho. No podemos permitir que el señor Sánchez intente evitar a toda costa enemistarse con determinadas élites. Siempre nos encontrará criticando ese tipo de posiciones. Este caso revela conversaciones poco públicas para el conjunto de la población.
– Ante estas explicaciones tan contundentes. ¿Por qué no han votado en contra?
– Evidentemente, no estamos en una posición de decir que un euro más para políticas públicas, para servicios sociales, educación o sanidad, nos parezca negativo. Sin embargo, no podemos conformarnos con un camino que se realiza de manera parcial y embrionaria. No podemos conformarnos con eso, pudiendo tener un incremento muy superior y habiendo mayoría parlamentaria para llevarlo a cabo. No hay motivo para que demos sólo un paso, pudiendo dar tres. Tampoco hay motivo de apoyarlo porque esta estrategia de reducción de gasto del Estado a futuro es algo que planteaba el propio Gobierno de Rajoy, esa senda y forma de entender la política tributaria y de gasto de Rajoy no la apoyamos en su momento.
– Históricamente, IU ha experimentado que, al apoyar al PSOE en el Gobierno, puede quedarse arrinconada por este partido. ¿Le preocupa que pueda volver a suceder?
– Cuando un gobierno socialista tiene la capacidad de llevar medidas, pueden surgir esas complejas relaciones en las que el PSOE ofrece algo cuando deberíamos estar exigiendo todo. En esas circunstancias, la posición política es compleja de explicar. Hay gente del país que entiende que esta oportunidad histórica de gobierno socialista apoyado por fuerzas de izquierdas como IU, Podemos y otras, puede suponer una posibilidad de avance en materias tan importantes como la política económica. No tenemos que ser ingenuos, el PSOE es lo que es, fue actor fundamental para la reforma del artículo 135 de la Constitución, lo que supone hoy que haya una estabilidad presupuestaria del PP con esos mimbres.
Esos polvos han traído lodos posteriores, lodos de los que se arrepiente el PSOE y los quiere modificar, pero poquito. Nosotros no queremos que se modifique poquito, sino mucho, para poner en marcha nuevas medidas programáticas. Todo esto tiene riesgos, puede no ser entendido suficientemente porque el que tiene la posición de gobierno, puede manipular determinadas funciones para dejarnos escorados en el tablero, pero la historia demuestra que se reconoce a quien tiene sus principios firmes. IU tiene sus principios firmes, es lo que tiene que ser: firme, la táctica y la estrategia es otra cosa, podemos ir adecuándonos. Nuestros principios son estar al lado de esa población precarizada por las políticas del PSOE y PP.
– Visto lo visto hasta ahora, ¿confía en este Gobierno?
– Desde luego, más allá de saludar determinadas posiciones que demuestran que no es lo mismo el PP y el PSOE, tenemos elementos de extrema preocupación. La posición de cierre de filas del PSOE en el caso de las grabaciones de la amiga del rey emérito no nos hace ser optimistas. Con las cosas de comer, el PSOE se pone del lado de los de siempre. Siempre han intentado blindar a la Familia Real que ha demostrado expoliar el erario público de una manera indigna, también se ha colocado del lado de quienes no se presentan a las elecciones y legislan a su antojo, las élites. Las primeras medidas del PSOE no nos hacen pensar que hayan cambiado su posición. No es cuestión de endurecer la oposición, si el PSOE apoya una comisión de investigación para que se conozcan los negocios de Juan Carlos de Borbón, nos tendrá al lado, si no, enfrente, incluso llevándolo a los tribunales, como hacemos. Cuando el PSOE se ponga del lado de las élites, nos tendrá enfrente, de igual manera.
– ¿Cómo valora la respuesta del Gobierno al bloqueo parlamentario de ayer, acusando a la oposición de dogmatismo?
– Estas declaraciones muestran claramente que el Gobierno vuelve a equivocar los obstáculos que tiene por delante. Ha mirado al PP y Ciudadanos en la Comisión Europea frente a las clases populares más dañadas, es una mala decisión. Su opción quizás era conseguir una respuesta positiva de PP y Ciudadanos tras haberla conseguido de la Comisión Europea a su plan de estabilidad presupuestaria y en ese camino no nos puede encontrar. Llamar dogmatismo a estar radicalmente en contra del camino que ha llevado a la precariedad a la gente de este país es equivocarse radicalmente. Durante estos años hemos demostrado que tenemos un plan económico para este país, cuando hemos tenido oportunidades de gobierno y de incidir prácticamente en la economía, por ejemplo a nivel local, hemos sido capaces de hacer frente a los compromisos que nos pedía la mayoría de la población. Ellos verán a dónde quieren virar, si hacia la gente o hacia las élites.
– ¿Existe margen para la negociación después del verano?
– Siempre. En un escenario tan fragmentado desde el punto de vista de los apoyos parlamentarios, siempre hay margen para negociar. El PSOE se ha ido a negociar unas ligeras décimas con la Comisión Europea, tendría que haber buscado la manera de tener un sólido apoyo parlamentario previo. Hubo la oportunidad de hacer eso y la sigue habiendo. Queremos unos presupuestos para 2019 diferentes. Para que eso ocurra, el PSOE tiene que reflexionar, no puede ponerle una vela a dios y otra al diablo. Pensamos que hay capacidad y apoyos parlamentarios suficientes para dar pasos que mejoren la vida de la gente, en el aspecto económico y de la radicalidad democrática.
– ¿Qué le dice a los analistas y medios que auguran que esto es el principio del fin de este Gobierno?
– Es un mazazo grande que demuestra que Sánchez solo no puede acabar la legislatura, pero puede hacer que esta segunda parte sea prolífica y positiva para la gente, frente a lo que ha sido la primera parte de la legislatura con PP y Ciudadanos. El Parlamento ha bloqueado numerosas leyes en el Parlamento. El PSOE puede revertir esto, pero necesita diálogo. No vamos a aceptar un plato de lentejas, si quieres las tomas y si no las dejas. No lo podemos aceptar. No es una cuestión de dogmatismo, es cuestión de principios.
– Pasamos a política municipal. Ayer, Podemos e IU de la ciudad de Madrid hacían un llamamiento para confluir y apostaban por primarias proporcionales y un proceso programático participativo. ¿Cómo lo valora?
– Evidentemente, estoy encantado de que seamos capaces de plasmar también a nivel de Madrid el acuerdo que tejimos a nivel estatal. Este acuerdo es un marco de entendimiento importante para revalidar las opciones de gobierno a nivel municipal, pero también para ampliarlo a nivel autonómico y en las europeas. Tenemos que ir juntas, pero no sólo Podemos e IU, necesitamos toda la pluralidad necesaria para construir opciones ganadoras, con más fuerzas políticas, movimientos sociales y vecinales que aporten para que haya candidaturas ilusionantes. Esto es un paso más, con elementos tan importantes como los que son seña de identidad de IU. Nos importa el programa, es lo fundamental para nosotros. Además, que las candidaturas sean ilusionantes, que todos los elementos se sientan reconocidos, que todas las partes se sientan visibilizadas y apreciadas, para ello son necesarias unas primarias.