El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha tildado este lunes como un "ataque al corazón de la democracia brasileña" la violencia vivida el domingo después de que miles de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro irrumpieran en las principales instituciones del país.
De esta forma, ha calificado de "impactantes" las imágenes de miles de personas entrando en las sedes del Congreso Nacional, el Palacio de Planalto y el Tribunal Supremo en Brasilia tras varios meses de movilizaciones y protestas violentas por su descontento con el triunfo en las urnas de Luiz Inácio Lula da Silva.
"La violencia del domingo fue la culminación de la tergiversación sostenida de los hechos, así como la incitación a la violencia y al odio por parte de actores políticos, sociales y económicos que vienen alimentando un ambiente de desconfianza, división y destrucción al rechazar el resultado de elecciones democráticas", ha expresado en un comunicado.