Adolfo Barrena Salces.- Unos días fuera, por el sur, desengrasando y haciendo cosas diferentes.
Vuelvo y pongo la radio, vuelvo a leer la prensa. Apenas nada ha cambiado en estos 10 días. Sigue esa llamada al odio y al enfrentamiento continuo que promueven las derechas (las extremas y las ultras) con el tema de Cataluña y los posibles indultos. Que curiosa la foto de Colón de este año. La convocan, pero a algunos les da apuro salir en la foto y dicen que van a enviar a sus vasallos, que ellos se dedican a poner mesas y a recoger firmas. Ya me gustaría que esta gente, además de manifestarse y recoger firmas, pusiera encima de la mesa su idea de cómo resolver un conflicto político. Lo de los tanques y el "a por ellos, 0e", ya nos lo sabemos.
Vuelve a clamar la patronal, y la derecha, por si hay una subida del SMI, dicen que subir el SMI lleva a la gente al paro.
Pues, que quieren que les diga, en Alemania el SMI está en 1.609 € y tienen una tasa de paro del 4,4 %. En Francia el SMI es de 1.540 € y su tasa de paro es del 7,3%.
Aquí tenemos un SMI de 950 € y nuestra tasa de paro es del 15,8 %. No parece que sea el SMI lo que produce el paro.
Este país sigue siendo machista recalcitrante, solo así se entiende esos vítores y esa larga ovación a un acosador (así,l o ha reconocido él mismo) como Plácido Domingo, por muy bien que cante.
Luego está lo del futbol y las vacunas. Manda narices. Aquí que, al menos eso dicen, hasta el rey se espera su turno hay que vacunar de urgencia a quienes van a darle al pelotón. Manda narices, y es profundamente cabreante, que sea más importante vacunar a futbolistas que a esos millones de trabajadores que, diariamente, tienen que ir al tajo, en transportes públicos saturados y en contacto directo y diario con personas y compañeros. Pero vuelve a hacerse realidad que el "fútbol" es importantísimo. Ya lo descubrieron los césares romanos con aquello del "pan y circo", pero al menos daban pan. Estos de ahora, como hacía Franco, solo dan el circo y además pagamos a escote la fiesta.
Bueno, para crónica del primer día de vuelta ya vale.