Será el próximo jueves 25 de mayo, cumplidos diez años de la aprobación del PGMO,en el ‘pleno de la vergüenza’ celebrado 48 horas antes de unas elecciones municipales.

Aquel 25 de mayo de 2007 a las seis de la tarde, apenas unas horas antes del fin de la campaña electoral, el Ayuntamiento de Cieza, gobernado por el Partido Popular con Antonio Tamayo a la cabeza, convocó un Pleno Extraordinario  para aprobar provisionalmente el PGMO (Plan General Municipal de Ordenación) anteponiendo “los intereses del lobby del ladrillo” a la sostenibilidad ambiental y social de la planificación territorial.

Un plan que no tenía garantizados los recursos hídricos y con informe negativo de la Confederación Hidrográfica del Segura para abastecer las más de 37.000 nuevas viviendas y 6 campos de golf previstos. Cieza Golf Resort, Casa Grande Golf, Casa del Olmo Golf Resort, Benís Golf o Urbanización La Carrasquilla son ejemplos de proyectos urbanísticos favorecidos por las recalificaciones propuestas que el PGMO puso a disposición de proyectos turístico-residenciales y de la especulación inmobiliaria.

Un plan que recalificaba  para convertir en urbanizables tanto suelo forestal (afectaban a este tipo de terreno cinco de los nuevos sectores urbanizables), como terrenos agrícolas que habían sido subvencionados para la modernización de regadíos que recientemente había inaugurado el entonces  presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel.

Con estos nuevos desarrollos urbanísticos, acordados entre el Ayuntamiento de Cieza y diversas empresas promotoras a través de la ‘maldita figura’ del convenio urbanísticos, se preveía superar los 110.000 habitantes, multiplicando en más de 3 veces la población actual de Cieza. El ordenamiento previsto, basado en la saturación urbanística del municipio, además de suponer una pérdida de calidad de vida de los ciudadanos, supuso también dejar a un lado las numerosas razones de carácter ambiental, paisajístico, de racionalidad urbanística y de sostenibilidad ambiental que lo desaconsejaban para dar respuesta más a intereses particulares que a las necesidades.

Por todo ello, un reducido grupo de vecinos, de diversos colectivos (Ecologistas en Acción, Izquierda Unida Cieza, Asociación La Empedrá, Club Atalaya, ….) unidos bajo el lema ‘CIEZA NO SE VENDE’ exigieron enérgicamente que se paralizara aquel  PGMO que profundizaba hacia un modelo insostenible, en la línea del urbanismo salvaje que estuvimos sufriendo en la Región de Murcia.

Pasados ya diez años, la realidad deja en evidencia a aquellos políticos de manual de ‘indecente ingeniería política’, como lo fue Antonio Tamayo, imputado precisamente por actos fraudulentos derivados de este PGMO. Pero también,  el tiempo da la razón a quienes de manera individual u organizada lucharon en la calle, en los juzgados y en el Ayuntamiento para frenar tanto despropósito injustificado, como demuestra la reciente sentencia de Ciezagolf.

Por todo ello, el próximo jueves 25 de Mayo, a las 20:00 horas en el Club Atalaya se debatirá sobre los años del ladrillo en Cieza con la asistencia de compañeros que estuvieron en primera línea. Una mesa redonda en la que intervendrán: Pepe Martínez Saorín (técnico municipal),  José Antonio Herrera Sánchez (portavoz de Ecologistas en Acción de Cieza),  Manuel Martínez Martínez (concejal de IU 1991-1999 y exportavoz de la Secretaría de Ordenación del Territorio de IU-Cieza) y José María Rodríguez Santos (concejal de IU, 2003-2007).