Aprovechando la celebración del Día Mundial del Agua (hoy 22 de marzo) López Miras vuelve al tema del Trasvase Tajo-Segura con un artículo publicado hace unos días tan sectario y poco riguroso como la actitud que le achaca al gobierno central, que, según él, toma decisiones políticas y marcadamente ideológicas, además de sectarias, sin ningún rigor técnico en contra de la Región.

No parecen estas acusaciones la mejor muestra de una «actitud dialogante y de sentido común, sin confrontación ni enfrentamientos», desde la que LM dice defender el Acueducto, cuando, además, las justificaciones en las que se apoya no son ciertas.

Así, por ejemplo, insiste el presidente en que la implantación de los caudales ecológicos «va a restringir un 50% los envíos del Trasvase». Sin embargo, en este primer mes de implantación de dichos caudales se ha autorizado un trasvase automático de 27hm3 porque las reservas en la cabecera están en nivel 2 con previsión de que continúen así hasta junio. Son, pues, las aportaciones en cabecera, que determinan a su vez las reservas y que han disminuido un 54% en los últimos cuarenta años, y no otra cosa las que están condicionando los trasvasases, sin olvidar que estos se nutren de aguas excedentarias (término clave para entender la cuestión) resultantes de atender prioritariamente las necesidades de la cuenca cedente, incluido el caudal ecológico necesario para mantener el buen estado del río.

Tampoco es riguroso LM al referirse al peso de nuestro sector de frutas y hortalizas que no representa, como afirma el presidente, el 70% de las frutas y hortalizas de nuestro país, sino al 20% (2,6% de la producción europea) como tampoco el 25% de las frutas que se exportan sino el 17,6% (FEDEX 2021); lo cual no resta importancia al sector, que supone el 12,6% del empleo, el 5,8% del VAB y el 34,4% de las exportaciones (2019).

Y precisamente por su importancia y porque es un sector productivo clave para la vertebración del territorio, para la soberanía alimentaria, para la conservación de los recursos naturales y para el mantenimiento de la biodiversidad, de los suelos y del paisaje, la agricultura, sobre todo el de la agricultura asociada al Trasvase, necesita para orientar su futuro un profundo e imparcial análisis que evalúe su impacto contaminante, su consumo insostenible de agua, su sobredimensionamiento y su modelo de relaciones laborales. Tu posición poco ayuda, Fernando.