Las enconadas resistencias y trabas político-administrativas para la aprobación de los  PORN del Parque Regional Cabo Cope-Calnegre, reivindicación histórica, erosionan seriamente la credibilidad y la decencia de los políticos que están entorpeciendo, especialmente del PSOE y particularmente la de la alcadesa del Ayuntamiento de Águilas.

Que el PP de la localidad venga ahora de nuevo con el cuento de la delimitación del parque es mera continuación de lo mejor que saben hacer: una muestra más de necedad, avaricia, chanchullo y pillería para saquear y rematar uno de los pocos paraísos del litoral que resiste. Ya lo hicieron cuando se aprobó la borde y letal Ley regional del Suelo 1/2001, que redujo considerablemente la superficie protegida del parque regional Cabo-Cope-Calnegre. Llevan haciéndolo durante 25 años, sistemáticamente despreciando a la legalidad vigente convirtiendo así esa desvergüenza de política ambiental en su propia piel. Y claro, esta iniciativa contará con el beneplácito y la aquiescencia del poder regional, donde los golfos negociantes de los recursos naturales (aire, suelo y agua) andan, menos de los que debieran, acosados por la Justicia que les sigue el rastro de la mierda pestilente que trepa por sus pies por todas las putadas urbanísticas, agresiones ambientales, y abusos cometidos.

Se llega tarde con el PORN, los ecologistas de la zona y los ciudadanos sensibles del lugar lo saben mejor que nadie, durante años vienen cometiéndose daños irreversibles en un rincón valioso y delicado de un extraordinario valor paisajístico, natural y agrícola sin que a ninguna Administración se le amargue la bilis. Y si no fuera poco ya lo que hay que aguantar, ahora, en 2017, una enmienda del PSOE de Águilas, viene a reforzar disimuladamente las mismas intenciones que la de los piratas ambientales en un intento de querer venderlo como una necesidad de consenso y participación, sesgada y clasista, sólo apta para propietarios ‘afectados’, empresarios y municipios (a los alcaldes se referirá, claro). ¡Venga ya!

Sostengo en los dos últimos años, por lo que viene aconteciendo, que el PSOE en los ayuntamientos en los que gobierna conjuntamente con formaciones políticas de izquierdas, ha fabricado cuasi forzosamente, herramientas de participación ciudadana en las que sencillamente no creen. Y a los hechos me remito, en esta enmienda socialista quedan excluidas en la tramitación del PORN las consultas a organizaciones sociales, ecologistas, universidades o consejos consultivos, algo similar a lo que ocurre con el Comité del Mar Menor. (Por cierto, al PSOE con el Mar Menor, ni se le ve ni se le escucha!)

Y de todo esto, se desprende que estamos ante un PSOE aguileño cuya alcaldesa gestiona la concejalía de Agricultura, que parece que sucumbe más bien a la defensa de los intereses económicos de ciertos dirigentes empresariales que al interés general público que no es otro que el de la protección de una vez por todas del parque sin recortes ni concesiones.

Supongo, es tan fácil suponer, que algún dirigente de organizaciones agrarias habrá jugado su papel, sus cartas intimidatorias, direccionando así el porvenir del parque en pro del sistema de agricultura intensiva que nos aniquila. Las mismas cartas que hacen que el Ayuntamiento, tampoco tome medidas contundentes y sin paliativos para garantizar a sus vecinos un aire de calidad con el creciente problema de las quemas de restos vegetales, plásticos, gomas, y similares.

Y todo esto, siendo yo vecina de la Vega Alta, lejos del litoral, me resulta casi familiar porque habito en una tierra castigada por las prácticas indecentes y nada honrosas de un sector (nada que ver con la huerta o el campo) especulador y explotador que históricamente no ha asumido ninguno de los costes ambientales ni humanos que produce y al que la Administración decidió hace mucho no molestar ni tan siquiera para hacer cumplir la Ley.

No me queda otra que, sensible y solidaria con mis compas que pelean por la protección de las personas y los ecosistemas, protestar donde haga falta.