Hoy es 16 de abril, domingo de resurrección, ultimo día de la Semana Santa. En estos  últimos años solo he vista la procesión de viernes santo y domingo de resurrección, pero éste he presenciado alguna más. No soy muy amante a lo religioso, pero me gusta apreciar y valorar lo bien hecho, y las imágenes son unas autenticas obras de arte elaboradas por la mano del ser humano. Como también me encantan otras obras de arte, como lo es la pintura. Estas personas son auténticos maestros con manos divinas que de la nada hacen cosas de una gran belleza. En el mundo hay mucha gente con un don especial, unos lo utilizan para hacer bien a la humanidad y otros para lo contrario, segar vidas y buscar la destrucción del propio mundo. A estos se les llama científicos, que son capaces de crear armamento que acaba con la vida de miles de seres humanos. Unas manos son capaces de hacer maravillosas obras de arte que maravillan a parte del mundo y otras manos crean armamentos que atemorizan al mundo entero. Pese a que he empezado el artículo comentando sobre la semana santa y científicos, no toca hablar de ello, hoy toca hablar de los ecologistas, que aunque son gente necesaria porque sin ellos el mundo iría un poco peor, no siempre llevan la razón y hay algunos que suelen meter la pata. En cualquier lugar del mundo existen los problemas, y en el pueblo en el que nací, ocurre como en otro cualquiera. Cieza, que es el pueblo donde nací y vivo, es un pueblo bonito pero con pocos recursos laborales. Poca o nula industrialización. La mayor parte de sus habitantes nos dedicamos al trabajo del campo, la mayoría de trabajadores eventuales. Cuesta mucho poder vivir dignamente, cosa que otros no tienen ningún tipo de problema para llevar una vida placentera gracias a sus buenos sueldos. Como decía la mayor parte de los vecinos de Cieza, nos ganamos parte de nuestro sustento de la agricultura. Los agricultores invierten parte de su dinero en sus tierras en busca de sacarle el máximo rendimiento, pero todo no es camino de rosas. En los últimos años la cosa se ha complicado bastante, sobre todo con el tema de los seguros, que de parte sea dicha, ellos también tienen su parte de culpa. Como se suele decir, la avaricia rompe el saco. Debido a que la mayor parte de frutas que se recolectan en Cieza son tempranas y extratempranas y que los seguros se han espabilao y les han dado de lado, algunos  agricultores para proteger la cosecha de las heladas e intentar salvarlas, durante la noche y de madrugada, no tienen más remedio que pegar fuego a alpacas de paja. Este año solo se les ha pegado fuego a alpacas de paja en una ocasión, pero pese a que solo ha sido una sola noche, los ecologistas se han sentido muy molestos. El humo es molesto, en eso creo todos estamos de acuerdo, pero mas molesto resulta que una dichosa helada haga el ‘aclareo’ y recogida de las frutas en una sola noche. En Cieza somos muchos los que directa o indirectamente, en mayor o menor medida, sacamos parte o la totalidad de nuestro sueldo anual. El año pasado fue catastrófico y en el campo se perdieron miles y miles de peonadas, las mismas que no se han recuperado y los ecologistas no fueron capaces de reivindicar que a los trabajadores agrícolas las administraciones publicas les buscaran solución al grave problema y la falta de trabajo que ocasiono la helada. Debe ser muy bonito vivir bien sin problema alguno y querer vivir todavía mejor, aunque sea a costa de que otros pasen autentica miseria y calamidades. Que lindo debe ser tener la cartera llena, todos los meses el sueldo asegurado y en algunos hogares incluso dos, el del marido y el de la mujer. En esta vida hay que ser más justos y solidarios y pensar un poco en quienes no tienen la suerte que tenéis vosotros de tener el tema del empleo y el económico totalmente solucionado. Los demás también formamos parte de este mundo y por ello os pido, con todo el respeto, que dejéis de tocarnos las pelotas a quienes subsistimos como buenamente podemos con el dinero que con mucho sudor y sacrificio merecidamente nos ganamos. Me parece, al menos creo que estoy en lo cierto, que pese a que lleváis una vida acomodada, gracias a vuestros buenos ingresos, sois unos infelices que no tenéis voluntad alguna ni sois capaces de buscar la felicidad, nada más que intentando hacer infelices a los demás. En muchas ocasiones os he defendido de críticas de otra gente, porque sin vosotros el mundo estaría un poco peor, pero por favor dejad de tocar los huevos y no jugar con el pan de muchos ciezanos. Pedid a las administraciones que en vez de malgastar el dinero publico en obras faraónicas que han arruinado a todo un pais pongan de su parte y busque otra salida mejor y más efectiva, pero mientras esto no sea así, dejad de tocarnos los cojones a quienes vivimos o mal vivimos de la agricultura. No  seamos cabritos o cabrones, que todos tenemos derecho a la vida y vivir dignamente. Aparcar vuestro egoísmo, que no estáis en posesión de la verdad absoluta, y despejar vuestras mentes, que las tenéis totalmente obstruidas. Disculpen las molestias.