Mis amigos y yo estamos instituyendo una tradición por estas fechas, justo al acabar las pascuas. Nos juntamos en mi casa, abrimos unos quinticos frescos, hacemos (claro) tostones, sacamos el móvil y repasamos la cuenta oficial de Twitter de nuestra consejera de Cultura, a la sazón @NoeliaArroyoHer. Así. En crudo. Sin una charla coloquio previa sobre nacionalcatolicismo. Sin leernos ni un mal ensayo sobre la separación de la Iglesia y el Estado. No. En plan hardcore. Ahí.

Aunque arrastramos fama de piezas, mis amigos y yo tenemos ya una edad y unos churumbeles y no nos drogamos casi nunca, de modo que la mandanga de la consejera pega fuerte. Nos vemos transportados a un mundo de ilusión y cofradía, donde Arroyo se multiplica como los panes y consigue encabezar todas las procesiones de la Región. Así, desde la apertura oficial del festival (según la organización), el 7 de abril, hasta su cierre el 16, la consejera ha registrado 76 intervenciones en Twitter, en su mayor parte retuits. De ellas, 45 (el 60%) son de temática directamente cofrade: fotos, vídeos, ´noticias´, etc. El resto, un poco también: Fer de costalero, PAS encima del paso (el Cristo del Calvario, claro), la resurrección milagrosa del Mar Menor, del aeropuerto de Corvera, de Escombreras, cosas así. ¿De cultura? De cultura 0 (0%). Rien. Nothing. Nada. Ni un ´venga, voy a retuitear esto por lo menos, que sale un libro´. Ná. Perdón: NÁ.

Anda estos días la gente medio mosqueada por las declaraciones de Cristina Cifuentes, todo el mundo indignado porque la mujer más poderosa del Gobierno de Madrid hable de conseguir cosas haciéndose la rubia. Que la del de Murcia tenga que hacerse la nazarena no levanta ni una ceja, por lo que se ve. Tampoco que los 100.000 euros del famoso Plan Regional de Fomento de la Lectura (famoso porque ya ha sido anunciado dos veces a doble página) no acaben de aparecer en el BORM, mientras el añito santo de Caravaca se lleva la parte del león del presupuesto público de Cultura. Todo supernormal. La media asta habitual. Y si queremos emociones, pues para el año que viene podemos organizar una porra, mis amigos y yo.

Igual la montamos. La porra, digo. Y digo más. Igual nos venimos arriba y hasta entramos al rollo. Nos presentamos en el festival con pulserica y todo. Organizamos una procesión, una que acabe en la Biblioteca Regional, a ver si por ésas. O nos vestimos de nazarenos y repartimos poemas: de Vicente Medina, de Jara Carrillo, de Carmen Conde. O mejor: montamos una cofradía. Una de lectores. E invitamos a la consejera a conocernos.

„¿Acho, te imaginas que viene?
„Anda que no fliparía NÁ.