A+ A A-

Reforma o ruptura Featured

Pepe Haro

En el seno de la izquierda se ha vuelto a reabrir el debate sobre qué postura adoptar ante un Régimen enredado en maniobras para perpetuarse

En Podemos se ha producido una controversia que sólo concierne a sus integrantes, por lo que procede mantener respecto de la misma una distancia respetuosa. Ahora bien, en el debate, ciertamente bronco en ocasiones, que tiene lugar dentro de la formación morada se aprecia, al margen de la disputa procedimental o metodológica que estaría en el origen de aquél, un hilo conductor que enlaza la polémica actual con aquella otra que, arrancando en 1976, ha sacudido a toda la izquierda hasta nuestros días. Me estoy refiriendo al binomio reforma–ruptura.

Desde el inicio de la reforma política, un sector de la izquierda ha adoptado posiciones que podríamos considerar posibilistas (desde otra perspectiva, prudentes y realistas), mientras que otro ha abogado por una ruptura con el orden de cosas existente a fin de levantar una alternativa política al sistema. La posición que adoptaron tanto PSOE como PCE permitió la consolidación del Régimen del 78 (aunque los comunistas han revisado después su papel en la Transición). Al argumento de que la izquierda no pudo hacer algo distinto a lo que hizo, se le contrapone la idea de que ante echarse al monte o abrazar la Monarquía (y otros aspectos del franquismo que han pasado a esta democracia), había quizá una posición intermedia que evitara tanto la aventura irresponsable como la adhesión a una democracia restringida y conservadora.

Ahora nos encontramos en otro momento histórico en la medida que, ante la crisis en que se encuentra el Régimen del 78, los agentes sociales y políticos que lo sostienen han emprendido la tarea de su recomposición. Y han encomendado esta segunda restauración borbónica a la gran coalición que, de facto, gobierna este país. Efectivamente, PP y PSOE, con el apoyo de Ciudadanos, están llegando a consensos sustanciales en lo tocante a la continuidad de las políticas de austeridad (techo de gasto), devaluación salarial (acuerdo sobre salario mínimo), reforzamiento de la no separación de poderes (acuerdo sobre la renovación del Constitucional) y recentralización territorial ante el desafío catalán (criminalización del independentismo).

Y ante este estado de cosas, en el seno de la izquierda y del movimiento democrático popular se ha vuelto a reabrir el debate (en realidad ha estado ahí permanentemente desde 1978) sobre qué postura adoptar ante un Régimen enredado en maniobras para perpetuarse, aunque para ello tenga que hacer determinados cambios cosméticos. Una parte de ese amplio y plural movimiento, que se extiende desde Unidos Podemos a las confluencias, pasando por el sindicalismo y los movimientos sociales, cree que hay que moderarse para captar a las capas medias, tanto política como electoralmente, a fin de acceder al Gobierno. En palabras de Monedero, se trata de «hacerse un poco de derechas para que no te vean muy de izquierdas». Y en expresión de Alberto Garzón, se estaría buscando un 'Carrillo' para ubicar a la izquierda dentro del Régimen.

En mi opinión, esta estrategia lleva al fracaso (en el que está instalada la izquierda desde hace décadas) por dos motivos fundamentales. Primero, porque adentrarse en el espacio político de otros, aunque sea tangencialmente, significa competir en desventaja ante el original, a quien siempre se prefiere sobre la copia. Y segundo, porque millones de personas, en esta situación de crisis social en la que la propia clase media se ha desdibujado, no están por soluciones 'moderadas', sino por cambios profundos y tangibles, aunque pacíficos. Con esa gente, que es legión, se conecta hoy en día con un discurso radical (en el sentido etimológico de ir a la raíz de los problemas), lo que no quiere decir maleducado y agresivo. Si la izquierda se 'centra', esos millones (más la ingente cantidad de abstencionistas de los barrios populares a los que el movimiento democrático rupturista está llamado a seducir) se quedan sin representación política.

La estrategia es otra, en mi opinión. Y contiene el mismo concepto que en 1978: la ruptura democrática. Este régimen de corrupción, desigualdad y represión no tiene enmienda parcial. El movimiento alternativo no puede aspirar a ser la izquierda del Régimen, sino a superarlo.

This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

ESTAMOS EN FACEBOOK

Convocatorias

Encuentro abierto del PSOE en el Museo de Siyâsa

Encuentro abierto del PSOE en el Museo de Siyâsa

Bajo el título Hagamos cultura junt@s, se presentarán las propuestas del program...

Ecologistas en Acción convoca los premios “Atila Región Murciana 2023”

Ecologistas en Acción convoca los premios “Atila Región Murciana 2023”

Con ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebrará el próximo día ...

El Ayuntamiento de Cieza publica las bases para la concesión de subvenciones a las AMPAS para actividades extraescolares

El Ayuntamiento de Cieza publica las bases para la concesión de subvenciones a las AMPAS para actividades extraescolares

Cieza. 18.05.23.- "BASES REGULADORAS DE LA CONVOCATORIA DE CONCESIÓN DIRECTA DE ...

Latalaya.org