La realidad es que la situación política del Ayuntamiento de Cieza por el enfrentamiento entre el PP y VOX es extremadamente compleja y de difícil solución mientras los actores protagonistas del desaguisado sean los llamados a encontrar una salida. La paradoja es que la solución inexorablemente pasa por quienes han creado el problema

Manuel Martínez Martínez. 26.04.24.- En los últimos días se ha desatado toda una serie de “iniciativas”, entre propuestas y ocurrencias, para desbloquear la situación política que vive el Ayuntamiento de Cieza tras la ruptura del pacto PP-VOX; un escenario que ha dejado al alcalde, Tomás Rubio, en minoría en el Pleno y sin los necesarios apoyos para gobernar el municipio. El abanico de “salidas” que se ofrece a la situación va desde quien plantea  que “lo que habría que pedir, visto lo visto, sería la dimisión de todos los concejales de los tres grupos” no sin antes aseverar que “el único camino legal y democrático…sería formular una moción de censura sin pacto con nadie, con Pascual Lucas de candidato”, a quienes auguran que Tomás Rubio va a presentar de manera inminente una cuestión de confianza al Pleno.

Sobre la dimisión de todos los miembros de la corporación

La dimisión de todos los concejales del Ayuntamiento de Cieza (se supone que incluido el alcalde) sería un hecho insólito y desde luego “improbable” que suceda dado que tendrían que conjurarse los 21 miembros de la corporación municipal para tomar esa drástica decisión. Se conocen casos de dimisión en bloque de varios miembros de un grupo político e incluso de todos, como se conoce la petición de dimisión de algún o todos los miembros de un gobierno o de la oposición, nunca de gobierno y oposición al mismo tiempo emulando el “que se vayan todos”. En cualquier caso, si este suceso de “ciencia ficción” llegara a ocurrir se aplicaría automáticamente el artículo 182 de la LOREG (Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General) que establece que los dimitidos serían sustituidos por los siguientes en la lista que cada partido presentó a las elecciones municipales del 28M y, solo en el caso de que algunos de ellos o todos renunciaran y el número de ediles “llegase a ser inferior a los dos tercios del número legal de miembros de la Corporación, se constituirá una Comisión Gestora”. En cualquier caso, “meter en el mismo saco” a quienes conformaron gobierno tras las últimas elecciones municipales y al cabo de unos meses han roto generando una crisis sin precedentes en Cieza (PP y VOX) y a quien, a pesar de ser el partido más votado, está en la oposición, no deja de ser un desatino.

Sobre la imposible presentación de una moción de censura por parte del PSOE

El alcalde puede ser sustituido mediante una moción de censura (en las actas del consistorio ciezano está lo ocurrido en septiembre del año 2000 con Francisco López Lucas). No obstante, su presentación por parte del PSOE con la composición de la actual corporación es improbable ya que el artículo 197 de la LOREG determina las condiciones de esta: “La moción de censura deberá ser propuesta, al menos, por la mayoría absoluta del número legal de miembros de la Corporación y habrá de incluir un candidato a la Alcaldía, pudiendo serlo cualquier Concejal cuya aceptación expresa conste en el escrito de proposición de la moción”; por tanto, esto supone que el PSOE necesitaría para poder presentar una moción de censura contra el actual alcalde Tomás Rubio la firma previa de al menos dos concejales del VOX y, se supone, un programa de gobierno. Dicho de otra forma, Pascual Lucas necesita añadir a su firma la de otros diez concejales para presentar una moción de censura, y solo tiene nueve, incluida la suya. Por tanto, se trata de un escenario improbable por imposible.

La cuestión de confianza

Es el artículo 197 bis de la LOREG quien establece que un alcalde que ha perdido la mayoría en el Pleno puede someterse a una cuestión de confianza, si bien esta tiene que estar vinculada a la aprobación o modificación de alguno de los siguientes asuntos: “los presupuestos anuales, el reglamento orgánico, las ordenanzas fiscales o la aprobación que ponga fin a la tramitación de los instrumentos de planeamiento general de ámbito municipal”. En este caso, dado que el detonante de la ruptura del pacto de gobierno en Cieza entre PP y VOX fue la confección de los presupuestos municipales de la entidad para 2024, este sería el supuesto para el caso, si bien en estos momentos es imposible ya que el presupuesto ni ha sido presentado, ni debatido, ni rechazado por el Pleno, condiciones ineludibles que requiere la ley.

Los pasos que puede seguir Tomás Rubio

Para que el actual alcalde de Cieza pudiera optar por el órdago de una cuestión de confianza sería necesario seguir el procedimiento establecido en el citado artículo 197 bis de la LOREG, esto es, la presentación de los presupuestos del Ayuntamiento para este año con carácter previo y su debate y rechazo por el Pleno de la Corporación (“Para la presentación de la cuestión de confianza será requisito previo que el acuerdo correspondiente haya sido debatido en el Pleno y que este no hubiera obtenido la mayoría necesaria para su aprobación”, art. 197 bis de la LOREG). Una vez seguido este trámite se podría abordar una cuestión de confianza mediante la cual Tomás Rubio podría pedir el apoyo de la mayoría de concejales y, ligada a esta, la aprobación de los presupuestos municipales. Si cosechara más votos negativos que positivos, esto es, si es rechazada la cuestión de confianza,  “el alcalde cesará automáticamente, quedando en funciones hasta la toma de posesión de quien hubiere de sucederle en el cargo” (artículo 197 bis. 4). En este caso, la oposición tendría un plazo de un mes desde que se votó la cuestión de confianza para presentar una moción de censura con un candidato alternativo a Tomás Rubio que cuente con un apoyo suficiente, un mínimo de once concejales, situación harto improbable. Si esto no sucede, como se prevé, se entenderá otorgada la confianza al alcalde Tomás Rubio y aprobado provisionalmente el proyecto de presupuesto del gobierno para 2024. Con esta maniobra excepcional que prevé la ley Tomás Rubio salvaría el primer escollo, el más fácil.

Diferir en el tiempo el problema

La realidad es que aunque Tomás Rubio, siguiendo lo descrito, podría ver aprobados los presupuestos para 2024 salvando momentáneamente la situación, el problema de gobernar en minoría solo se diferiría en el tiempo y estaría a merced durante tres años de un Pleno que ha rescatado las competencias que delegó en su día en la Junta de Gobierno, con una oposición beligerante que bloquearía cualquier iniciativa y, lo que es peor, la pregunta que rondaría en el ambiente: ¿qué autoridad moral puede tener un alcalde al que el Pleno rechaza?

La realidad es que la situación política del Ayuntamiento de Cieza por el enfrentamiento entre el PP y VOX es extremadamente compleja y de difícil solución mientras los actores protagonistas del desaguisado sean los llamados a encontrar una salida, y la paralización y el deterioro de la institución y del quehacer político es creciente  y palpable. La paradoja es que la solución inexorablemente pasa por quienes han creado el problema y para los concejales de VOX que se sienten “humillados” por Tomás Rubio todo pasa por la dimisión del actual alcalde que, de momento, no piensa dimitir.

Manuel Martínez Martínez fue concejal-portavoz de Izquierda Unida en las corporaciones 1991-1995 y 1995-1999.