Las dimisiones en el seno del Partido Popular de Cieza no cesan.
Esta semana se producían varias situaciones de máxima tensión por las actitudes de algunos dirigentes, candidatos y responsables de campaña en un partido convertido en un avispero y donde en los últimos meses, aparte de algunos militantes de los llamados históricos, también han presentado su dimisión algunos dirigentes de los cargos que ostentaban. Dos de los más altos cargos orgánicos del Partido Popular en Cieza, su secretario general, Miguel Juliá, y su coordinador general, Mariano Albarracín, algo inaudito en la historia de este partido en Cieza.
Además, concejales del grupo municipal como Ignacio Erquicia también han expuesto su malestar ante algunas de las mencionadas actitudes, trasladando estas quejas a las máximas autoridades del partido.
Por su parte Mariano Albarracín en la carta presentada a la presidenta de la gestora en Cieza, Miriam Guardiola, argumentaba que el motivo de su dimisión es la “discordancia con la dirección desde hace tiempo”, aunque, afirma, se ha mantenido “intentando arreglar problemas y apagar fuegos de otros para dar imagen de unidad y beneficiar a mi partido”. En su misiva a la presidenta argumenta que “así le deja el cargo libre para que nombre en su puesto a quien ella quiera”, en su conclusión, el ya ex-coordinador general es claro, exponiendo que “desgraciadamente ya no creo en tu proyecto en Cieza… ¡ni en fondo ni en forma!”. Finalizando su comunicación de la siguiente forma “te dejo libertad para que sigas dirigiendo con los que has elegido, ahora que yo ya he cumplido el papel que necesitabas al principio cuando había que rehacer un partido”.
Por otra parte, el histórico militante del PP ciezano, Antonio Marín, ha publicado una carta anunciando el abandono del que ha sido su partido desde 1985.
“Adiós con dolor, pero con la conciencia muy tranquila. Esto es lo que pasa cuando la política se convierte en una agencia de colocación y negocio
Después de militar activamente en la formación política en la que llevo 40 años, tengo que tomar una dolorosa y meditada decisión y es abandonarla.
Siempre fui fiel a todos los presidentes que en Cieza tuvo el Partido Popular, antes Alianza Popular y también Coalición Popular. En esta formación ostenté diversos cargos orgánicos, pero, a pesar de las múltiples propuestas que tuve, nunca quise integrar ninguna lista electoral, porque entendía que para servir a la política y a los ciudadanos no era necesario ser concejal o diputado; esos son la cara visible, pero detrás de ellos hay un batallón de personas preparándoles el camino. Yo era uno de ellos.
Siempre luché contra las injusticias y los nombramientos a dedo, siempre respeté la escala orgánica, pero cuando tenía que alzar la voz, lo hacía y me escuchaban. Eso es, al menos a mi entender, lo que debe de ser, que tengas razón o no es otra historia, pero nunca acepte una imposición y, desgraciadamente, eso es lo que está pasando en estos momentos en el Partido Popular de Cieza.
Se están incumpliendo casi todos los artículos de los estatutos del partido, como por ejemplo estar ya ocho años con una gestora o que no se respeten los acuerdos del comité electoral, queriendo imponer a una serie de personas en las listas a espaldas de ese comité, porque el comité electoral del partido eligió como cabeza de lista a otra persona que no es la actual. Pero una intromisión, a mi juicio contraria a los estatutos, les obligó a cambiar el candidato y de todo ello hay pruebas evidentes, entre otras muchas cosas que están ocurriendo, como por ejemplo cualquier voz discordante con la señora presidenta es eliminada automáticamente de la gestora.
Ese es mi caso, por lo expuesto anteriormente hay otros muchos que se han marchado.
Y otra cosa incomprensible es que habiendo gente en el partido, gente de sobra y muy cualificada, se le esté dando cabida en las listas o premiándolos con “carguitos” a gente que desertó del partido hace ya ocho o más años, que hablaron pestes de este e incluso militaron en otra formación política. También a otros y otras más que ni son militantes ni saben cómo es el partido, ni lo conocen ni lo han sufrido nunca, siendo mi impresión que se han vuelto a acercar por si agarran la pata de algún sillón, no por amor ni sintonía con los valores del Partido Popular.
Todo esto propiciado y consentido por una presidenta impuesta desde Murcia (no elegida), como casi todo, que vino con piel de cordero, prometiendo en su primer discurso que las decisiones de aquí se tomarían aquí. Pero creo que esa fue una gran mentira, porque ni el candidato a la alcaldía dejó que lo eligieran los ciezanos; lo impuso ella con la excusa de que es lo que Murcia quería y no al elegido por el comité electoral que fue Matías Ríos. Algún día, y no tardará mucho, sabremos las razones por qué adquirió diversos compromisos con personas y por eso su venida a Cieza. Podría contar muchas cosas más, pero de momento no lo voy a hacer. Esperemos a las elecciones a ver qué pasa, si existe el partido para entonces, porque van a haber más dimisiones, o solo será un grupo de amiguetes y okupas que aprovechándose de unas siglas que, repito, ni las sienten ni conocen, alcanzan algo inimaginable con la anuencia de la cúpula regional.
Con todo el dolor de mi corazón tengo que decir adiós a las siglas del Partido Popular, un partido por el que peleé, sufrí y trabaje mucho. Y ahora ya me hago yo esta pregunta ¿para qué?”.