Partido Popular, Ciudadanos, Vox y las concejalas tránsfugas mostraron sin pudor alguno el desconocimiento que tienen de las cuentas municipales, por lo que no es de extrañar que fueran incapaces de presentar enmienda alguna, y, haciendo buena la expresión “así se las ponían a Fernando VII”, propiciaron el lucimiento del concejal de Hacienda.

Manu Parra/19/08/2022.- El pasado martes 16 de agosto el Ayuntamiento de Cieza celebró un pleno extraordinario para aprobar los presupuestos municipales de 2022. Una sesión en la que las derechas ciezanas, y las tránsfugas que les acompañan en los bancos de la oposición, dejaron claro el “pozo de ignorancia” en el que viven, en este caso en materia presupuestaria. Dicho de otra forma demostraron que no tienen ni la más remota idea, bien porque no se los habían leído bien por desconocimiento de la materia, de lo que el proyecto de presupuestos dejaba claro.

Ninguno de los intervinientes, las tránsfugas Cristina García-Vaso y Laura Villa y los portavoces Juan José López (Vox), Mónica García (Cs) y Manuel Egea (PP), fueron capaces de entender a qué se debía el retraso en la presentación de las cuentas municipales para el presente ejercicio, ni por qué a finales de marzo, con el presupuesto de 2021 prorrogado, se realizó una modificación presupuestaria de 4,8 millones de euros con la que se incorporaron los remanentes de tesorería del ejercicio anterior, ni mucho menos se pararon a pensar en la insuficiencia de ingresos corrientes para hacer frente al gasto corriente y en la imperiosa necesidad de incrementar los recursos propios.

Lo que dio de sí el pleno

Tras la preceptiva presentación de los presupuestos por parte del alcalde, Pascual Lucas, inició la ronda de intervenciones de los concejales y grupos de la oposición la edil tránsfuga Cristina García-Vaso quien, tras enumerar algunas partidas que suben o bajan con relación a 2021 para justificar su flojera, se despachó diciendo que no podía votar favorablemente la propuesta porque la partida destinada a mayores solo sube 1.000 euros. Sin embargo, tras la aclaración del concejal de Hacienda de que existían otras partidas vinculadas a esta por lo que se podría incrementar el gasto en mayores en seis o siete mil euros si era necesario, la ínclita edila cambió su voto por un sí. La posibilidad de mover seis o siete mil euros en un presupuesto de casi veinticinco millones de euros le pareció motivo suficiente para justificar su cambio de voto, su presencia en el pleno y la remuneración que cobra por la asistencia al mismo.

Si la primera intervención de la concejala tránsfuga ya dejó claro que “ni sabía ni le interesaba” el asunto, la de su predecesor el concejal de Vox Juan José López “subió el listón”. Así, tras criticar el retraso en la presentación de los presupuestos de 2022, se despachó con una enmienda de devolución pidiendo que se elabore un nuevo proyecto de acuerdo a “las necesidades de los vecinos”, con lo que se retrasaría su aprobación varios meses. A partir de aquí, comenzó su disertación confundiendo el incremento de la recaudación, como consecuencia de la reactivación de servicios paralizados durante la pandemia, con una subida de impuestos. Además, dijo no entender la subida del gasto corriente aunque habló del incremento del IPC y de los precios de la energía. Finalmente, pidió una bajada generalizada de impuestos y, asimismo, un incremento en la misma medida del gasto, “sorber y soplar” al mismo tiempo, y que no se demonice el vehículo privado, lo que nada tenía que ver con las cuentas municipales.

Por su parte, la concejala de Ciudadanos, Mónica García, ante la ausencia del portavoz del grupo Óscar Verdejo que no asistió a la sesión, dijo que en los presupuestos “no hay nada nuevo bajo el sol”. A partir de ahí criticó el proceso para la adjudicación de algunos proyectos como el “tercer puente” (el del Ginete), en proceso de nueva adjudicación tras la renuncia de la empresa adjudicataria de la obra, un asunto que nada tenía que ver con el presupuesto que se debatía e inclusive anunció su voto en contra para poder presentar alegaciones llegado el caso.

En cuanto a la esperada intervención del PP, el grupo mayoritario de la oposición, Manuel Egea volvió a decepcionar una vez más con un discurso en la que una vez más dejó claro ante su parroquia que no es el “político” adecuado para dirigir un partido que gobernó Cieza durante doce años. Egea, que no llegó a entrar para nada en el contenido del presupuesto, se dedicó exclusivamente a criticar al gobierno municipal con un “totum revolutum” y a reiterar una y otra vez que el presupuesto era ilegal, siguiendo la estela del mantra diseñado por su partido a nivel nacional.

Finalmente, la concejala tránsfuga Laura Villa anunció que si el presupuesto se hubiera presentado en la primavera tendría su no rotundo pero que al presentarse ahora votaría a favor porque el presupuesto contemplaba “en su parte positiva” subvenciones a importantes colectivos sociales e inversiones y, singularmente, el convenio con Adif.

Por su parte, el tercer tránsfuga, Juan Antonio Piñera, optó por el silencio y la abstención en la votación, seguramente pensando que para que gastar energía si el beneficio para él iba a ser el mismo: 180 euros por la asistencia al “espectáculo”.

El concejal de Hacienda se explaya

Con estos mimbres y como portavoz del equipo de gobierno, el concejal de Hacienda, Antonio Ignacio Martínez-Real, debió pensar que “así se las ponían a Fernando VII” (en referencia a que los compañeros de billar del monarca le colocaban las bolas en las posiciones más ventajosas) y aprovechando su turno de intervención se lució demostrando un sobrado oficio y conocimiento de las cuentas municipales. Así, calificó el texto de “realista y responsable”, de “desmontar todas las mentiras de la oposición” y de que el equipo de gobierno ya hizo los deberes en su día porque la gran mayoría de cosas de las que la oposición hablaba ya las dejó solucionadas el equipo de gobierno en el mes de marzo. Destacó el bajo endeudamiento del Ayuntamiento, un 7,7% en el peor de los casos a final de año, muy lejos de la enorme deuda que dejó el PP en 2015.

Desmontó la “confusión” del edil de Vox dejando claro que desde 2015 no se han subido los tributos y recordando que el Ayuntamiento está asumiendo el coste de servicios que son competencia de la Comunidad Autónoma, en alusión a las tasas de la escuela infantil nombradas con anterioridad por el concejal López. Asimismo, plasmó la contradicción del concejal de Vox al hablar de “proyectos ideológicos” en referencia a los puestos en marcha con fondos europeos, acusándole de que con sus ideas habría privado a los ciezanos de inversiones tan importantes como los dos tramos de encubrimiento de la rambla del Realejo y el programa de empleo social, llevadas a cabo con dinero llegado de Europa.

También se refirió el incremento de un 17% de los ingresos provenientes del Gobierno de la Nación en contraposición con la congelación de los de la Comunidad Autónoma de Murcia.

Finalmente, destacó la partida abierta para el desdoblamiento por parte de Adif del “puente de la Asensao”, un problema que arrastra Cieza desde hace 100 años, y la partida destinada al restablecimiento del transporte urbano.

En definitiva, un pleno en el que la oposición demostró que además de desconocer lo que es el primer pilar de la política municipal, el presupuesto,  y dejar claro las pocas ganas de trabajar que tiene (para qué si cobran lo mismo), propició el lucimiento del gobierno municipal, a través del concejal de Hacienda, demostrando la solidez de su proyecto de presupuestos, el conocimiento de las cuentas públicas y la confianza que da a los ciezanos un gobierno “realista y responsable” que mira por sus vecinos, como el conformado desde 2015 por PSOE e IU-Verdes.