Pepe Haro.- Ayuso es una mina para la izquierda: sus pocas luces y su incontinencia verbal ponen al descubierto, una y otra vez, la verdadera naturaleza de la derecha española. Ahora ha sido a cuenta del rey emérito y sus golferías. Viene a decir la presidenta madrileña que no todos somos iguales ante la ley, que el anterior rey es más 'igual' porque trajo la democracia a España. Aparte de que el único mérito de Juan Carlos I es haber sido nombrado por un tirano y después tener que abrazar a la fuerza (si es que quería sobrevivir como rey) el sistema parlamentario, tras garantizarse que éste no iba a inmiscuirse en sus andanzas, hacer una afirmación de esa naturaleza por parte de Ayuso significa abrazar una teoría predemocrática y premoderna, anterior al Estado de Derecho, a saber, que los monarcas no responden ante la ley como cualquier otro ciudadano, dado su origen divino. Contraviniendo, dicho sea de paso, lo que el propio monarca nos decía todas las navidades: que todos los españoles somos iguales ante la ley. En fin, esta es la derecha que tenemos. La misma que dice que hay que fusilar a 26 millones de personas y que construye un hospital sin médicos ni quirófanos para dar un pelotazo ladrillero. El siglo XXI no puede construirse con gente medieval y corrupta como ésta.