Adolfo Barrena Salces.- Como un niño mal criado, Pablo Casado, el líder del peperío, sigue con la pataleta de que no han salido las cosas como quería.
Porque, no se engañen, por mucha banderita, por mucho patriotismo, por mucho constitucionalismo, lo que el nene quería, y quiere, es gobernar, es mandar, es seguir jugando las bazas de la derecha que, como siempre, son estar al servicio del poder económico, de las clases altas, de la burguesía caciquil que tenemos en este país, de la monarquía en entredicho y de la santa madre iglesia.
Ya lo ven, al numerito continuo de la insumisión rebelde ante las medidas sanitarias para intentar aplacar la pandemia, sale ahora exigiendo estas dos cosas para "hablar con Sánchez".
Una que se retire la reforma del poder judicial. Vaya por delante que no comparto lo que pretende hacer el Gobierno, Vale que el PP, de manera antidemocrática, y anticonstitucional, viene bloqueando esa reforma porque controla el poder judicial. Solo así se entiende que haya gente en la cárcel por convocar un referendum, gente destituida por no retirar una bandera y chorizos declarados y responsables de las trapacerías corruptas del PP, sigan en su puesto y en la calle. Solo así se entiende que haya jueces y juezas que antepongan el derecho a ir a los bares al de la salud de la ciudadanía.
Inciso, toque de queda en París, bares cerrados en Berlín,... pero Madrid.....,
Sigo, pero no vale que, para resolver el bloqueo del PP, se convierta la cosa en un "ya quito a los tuyos y pongo a los míos". Así no se resuelve la crisis de legitimidad que tiene la judicatura. Pero, volvemos a lo que tantas veces hemos dicho. Hay que cambiar la Constitución que es la que garantiza que el poder judicial sea siempre cosa de dos, del PSOE o del PP.
La otra, esta muy democrática, que se "expulse a Podemos". Me da la sensación de que esta es la que más le interesa al nene enfadica. Se ha demostrado que, a pesar de lo difícil y complicado que es gestionar un Gobierno siendo la parte minoritaria de él, la presencia de Unidas Podemos ha garantizado una serie de medidas sociales que nunca se habrán dado co un Gobierno presidido por el nene gruñón. Se nota que esa parte más a la izquierda del Gobierno se preocupa de la gente trabajadora, que intenta subir impuestos a las rentas más altas y a las grandes fortunas, que intenta poner en valor la Memoria Democrática, que planta cara, aunque sea poquita, al liberalismo salvaje que campa tan a sus anchas como el puñetero bicho.
De esto va la cosa, mientras tanto el supremo confirma la sentencia de la trama Gurtel y certifica que el PP se lucró con ella.
