Esta mañana se ha aprobado inicialmente la modificación del Plan General  de Lorca para incrementar las distancias de las nuevas explotaciones y las ampliaciones de explotaciones ganaderas a núcleos rurales de población, colegios, centros de salud, cauces y fuentes naturales.

La concejala de IU-Verdes en el Ayuntamiento de Lorca, Gloria Marín, narra los hechos en un comentario en su cuenta de Faceook  que reproducimos textualmente:

“A esta hora, 22 días después, hay concejales de la Corporación, los de VOX, que no sólo no han condenado el asalto a la sede de la soberanía popular de nuestro municipio, sino que lo justifican y se atreven a hablar sin pestañear de “violencia institucional”. Yo me enorgullezco de formar parte de un partido que luchó durante 40 años por volver a traer la democracia a nuestro Ayuntamiento. Que sepan los abanderados del franquismo 2.0 que nos volverán a tener enfrente cada vez que osen deshonrar la política y poner en riesgo nuestra convivencia y nuestras instituciones.

Es todo el protagonismo que por mi parte voy a brindarles hoy. No merecen nada más. Entre otras cosas porque ni siquiera tienen ni idea de lo que hablan, siguen intoxicando, mintiendo y haciendo demagogia de un modo que da verdadera vergüenza ajena.

En Lorca sufrimos un Plan General de Ordenación Municipal fallido, cocinado al calor del interés especulativo y de la burbuja inmobiliaria. Por eso se diseñaron, entre otras barbaridades, monstruosos planes parciales para albergar macrourbanizaciones y campos de golf en una tierra seca, y que nacieron muertos. Aún hoy los lorquinos y las lorquinas seguimos estirando como se puede el presupuesto municipal para devolver el dinero de aquellos infames convenios a sus promotores. Era también la época en la que quienes mandaban decían que Lorca no olía a purines, sino a billetes. Y por eso ese mismo Plan permite la construcción de macrocebaderos, de balsas de purines y depósitos de cadáveres a sólo 5 metros del lindero de parcelas habitadas en suelo urbanizable. 

Llevo cinco años siendo concejala en este Pleno. En todo este tiempo y antes, he visto modificar el Plan General para favorecer la construcción de zonas residenciales a petición de promotoras inmobiliarias; para reducir el grado de protección de inmuebles históricos; para cubrir de ladrillo la marina de Cope; para urbanizar el Cabezo de la Jara; o para flexibilizar las condiciones de implantación de las granjas porcinas.

Pero nunca para dar respuesta a las demandas vecinales que tienen que ver con los derechos constitucionales a la salud y a un medio ambiente adecuado.  Jamás para enmendar lo que se hizo mal y practicar una ordenación urbana justa, racional y sostenible.

Por eso para mí esta modificación del Plan General constituye un hito y una victoria. Es la demostración de que cuando el pueblo se une y no desfallece se pueden cambiar las cosas a través de la política mediante las herramientas que nos brinda la democracia.

Ha costado seis años de trabajo incansable desde aquella primera reunión en Tercia. Muchos vecinos han tenido que pagar el precio de verse señalados y amenazados, pero no desistieron, y a su causa se fueron sumando brazos y voces que ya era imposible no escuchar.

Yo quiero reconocer hoy aquí el valor de la lucha colectiva pacífica, tenaz e inteligente… y también generosa. Porque las nuevas distancias no darán solución a Pepe, Ana y sus hijos, ni a Melchora, ni a Paco y Feliciana, ni a los vecinos y vecinas de El Consejero, de Campillo o de La Piscina. Sus viviendas se han devaluado para siempre, el esfuerzo de todas sus vidas, y ellos tendrán que seguir malviviendo entre el hedor de purines y las nubes de moscas.

Pero ahí están, todos a una, peleando por evitar ese padecimiento a personas que ni siquiera conocen; por minimizar para otros el impacto que un plan general diseñado para el capital y no para las personas, ha causado en sus historias personales.

Admiro su altruismo, su humanidad y la dignidad con la que siempre han peleado por esta tierra nuestra, por el patrimonio natural que es de todos.  Sin ellos Lorca sería un lugar menos luminoso; habría menos esperanza.

El avance que hoy logramos es antes mérito suyo que de nadie. Así que gracias por vuestro ejemplo y por tanto coraje. Hoy gana también la democracia.”