Varios miles de personas se suman a la manifestación por la laguna para exigir a las administraciones que frenen la degradación de su ecosistema y que aprueben una ley

Jorge García Badía/La Verdad.-  A sus tiernos 10 añitos, Natalia y María llegaron ayer a la Plaza Circular vestidas de caballitos de mar, uno de las emblemas de la rica biodiversidad que la laguna antaño atesoraba. «El verano pasado no nos bañábamos porque nos picaba la piel», comentaban preocupadas estas niñas antes de que arrancase la manifestación que convocaron en Murcia las organizaciones Ecologistas en Acción, Greenpeace y Plataforma Pacto por el Mar Menor, para «exigir» a las administraciones que «aprueben lo antes posible» la estrategia de gestión integrada y la ley de Medidas Urgentes del Mar Menor, que frenen «la degradación» de este espacio protegido y que «se dejen de ejecutar» obras que perjudican su ecosistema.

Con casi media hora de retraso, a las 19.28 de la tarde, una marea de varios miles de personas se adentró en el paseo Alfonso X el Sabio parapetada tras el mensaje de la pancarta de cabecera: 'Mar Menor ¡Vivo!' 'Salvemos el Mar Menor'. Los clientes de las terrazas del 'Tontódromo' abandonaron las tertulias para desenfundar los móviles y grabar a 'la muerte' denunciando que «los verdugos» de la laguna han sido los mercados agrarios junto a los funcionarios y políticos corruptos. «Lo que le pasa al Mar Menor es lo que le pasó a Portmán», iba predicando oculto tras una máscara. No solo hubo disfraces con mensajes subliminales al 'leitmotiv' de la convocatoria, también manualidades como el gorro medusa de Edgar que justificaba este complemento para denunciar que «la contaminación está haciendo que prolifere y se masifique la población de medusas en el Mar Menor».

Justo por delante de este joven murciano, había un grupo que iba 'cargando' ataúdes de corcho con esquela incluida, 'Mar Menor D.E.P.', y el pésame de sus «afligidos hijos: caballito de mar, esponja, salmonete...». Entre los asistentes estaba José María Hernández, letrado de la plataforma, que avanzaba que «estamos esperando a que Bruselas concrete en qué fechas van a mandar a los representantes del Parlamento Europeo a inspeccionar el Mar Menor».

¿Dónde están las praderas?

La convocatoria movilizó a muchos vecinos del litoral, como Víctor, que se desplazó desde Los Alcázares con sus dos hijos y su mujer, Mariana. Ella portaba una pancarta con una gran foto de la laguna tomada en 1979 y la leyenda: 'Un paraíso único. Aguas cristalinas'. Víctor llevaba otra, con una imagen del mismo tamaño captada en 2017 y el mensaje: 'PP y PSOE culpables. ¡Qué vergüenza, con seis figuras de protección!'.

«Han desaparecido el 85% de las praderas de algas de la laguna; ahora mismo tiene acumuladas grandes cantidades de nitratos y nutrientes que en cualquier momento pueden provocar una explosión de fitoplancton y que el agua vuelva a estar verde», alertaba Feliciano Sáez, de Greenpeace, mientras de fondo se escuchaban una y otra vez las consignas de los manifestantes: «¡No quiero tratos con nitratos!», «¡Ese Mar Menor huele cada vez peor!» y «Menos cemento y más conocimiento!».

Numerosos colectivos que no tienen que ver con esta lucha se 'zambulleron' en la protesta, fue el caso de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y Pro-Soterramiento. Joaquín Contreras, el portavoz de esta última, subrayaba que la laguna es un asunto transversal que atañe a todos: «Es la gallina de los huevos de oro y hay que estar a muerte». Esa motivación la compartieron ayer cartageneros, murcianos, sanjaviereños... de todas las edades, desde niños como Álex, con un gorro de cartulina con el mensaje 'Lucha', hasta personas mayores como Juan. «En este problema deben participar todas las generaciones», comentaba este hombre de 71 años, que cada año veranea en Lo Pagán. A las 20.39 horas, la comitiva enfilaba la calle Acisclo Díaz y, nada más visualizar el Palacio de San Esteban, le daba un 'capón' musical a las políticas del Gobierno regional haciendo sonar la banda sonora de 'Los Cazafantasmas'.

La sede del Ejecutivo autonómico era la parada final. Allí, micrófono en mano, Isabel Rubio agradeció el respaldo a la convocatoria (entre 5.000 y 6.000 asistentes, según la organización) y leyó un manifiesto. «Quienes hemos disfrutado de un Mar Menor sano, nos sentimos indignados por la actual situación que atraviesa, y nos vemos en la obligación de hacer todo cuanto esté en nuestra mano para conseguir su recuperación y que las generaciones futuras puedan disfrutar de un Mar Menor vivo».