Adolfo Barrena Salces.- Los datos que vamos conociendo nos dicen, para nuestra preocupación, que el ritmo de vacunación contra el COVID 19 no parece el más adecuado. Que va lento.
Dicho esto es impresentable, indecente y una burla continua para la ciudadanía que el PP siga mintiendo descaradamente, que siga utilizando el drama de la pandemia de manera partidista para intentar desgastar al Gobierno.
El secretario general del PP, el Sr. García Egea, descarga la responsabilidad en el Gobierno y mezcla, interesadamente, la campaña de las elecciones catalanas para cargar contra el Ministro que, dicho sea de paso, ya debería haber dimitido, sobre todo para no dar argumentos a esta gente.
El PP, aunque lo sabe perfectamente, obvia que son las CCAA las que tienen las competencias en sanidad y que son las CCAA las que tienen la responsabilidad, y la obligación, de poner las vacunas y de vacunar a sus ciudadanos y ciudadanas.
Podríamos cargar la responsabilidad al Gobierno si no hubieran llegado las vacunas a las CCAA, pero no es el caso. El Gobierno ha puesto, y está poniendo, las vacunas en los territorios y son los territorios los que, a lo que parece, no tienen la capacidad suficiente para ello.
El caso más palmario es el de la Comunidad de Madrid gobernada, precisamente, por el PP que es la campeona de la incapacidad y de las sobreactuaciones muy populistas, pero nada eficaces.
Lo que está quedando meridianamente demostrado es el gran daño que años y años de recortes han provocado en la sanidad pública.
Esta debería ser una enseñanza para el futuro. Los servicios públicos se protegen, no se privatizan ni se empobrecen.
Finalmente, es tiempo de que, con urgencia, todas las CCAA digan lo que están haciendo, refuercen los equipos sanitarios y pongan todas las vacunas que reciben.
Pero no engañemos, digamos las cosas como son y exijamos la responsabilidad a quienes la tienen y, sobre todo, no hagamos política partidaria con un problema de todos y todas.