Adolfo Barrena Salces.- Vaya por delante que el término no me gusta nada. Los han aplicado dictaduras para el control de la población, lo decretó Milans del Bosch en Valencia con ocasión del tejerazo y realmente, por muy constitucional que sea, es una restricción clara del derecho de libre circulación.

Pero lo cierto es que, a lo que parece, casi todo el mundo lo quiere, lo ve bien y lo acepta. No sé por qué molesta más la palabra "confinamiento" que esto del "toque de queda".

Pero no voy a perderme en este debate porque la decisión está tomada y publicada en el BOE y porque, no voy a negarlo, me parece necesario limitar la libre circulación del personal con la que nos está cayendo.

Lo que no termina de convencerme es que han conseguido que el debate, las tertulias, las informaciones y las conversaciones se centren en esto del "toque de queda" y hayan pasado a un segundo plano la urgente necesidad de dotar a la sanidad, y a la educación, públicas por supuesto, de los recursos necesarios.

Apenas se habla de reforzar la atención primaria y los centros de salud, del personal rastreador prometido y no contratado, de reponer el personal sanitario, y docente, que los años de recortes recortaron, de ese profesorado necesario para poder hacer desdobles y cumplir mejor la atención al alumnado y cumplir las normas de salud.

Un dato, el gasto público medio europeo que los países han dedicado a la lucha contra la pandemia se sitúa en el 10% del PIB, aquí, en España, es del 4 %.

He oído esta mañana, con sonrojo y vergüenza, a la ínclita Presidenta de la Comunidad de Madrid afirmar que el hospital nuevo que está construyendo para, según sus palabras, "asombro del mundo", lo va a dotar de personal trasladándolo de otros hospitales. Aquí, en esta tierra noble aragonesa, sigue faltando personal sanitario, personal docente y personal para servicios esenciales.

Con todo esto, pues vale, bien está lo del "toque de queda" que hay que aplicar para intentar frenar la pandemia, bien está a ver si así lo entiende toda esa cuadrilla de irresponsables, insolidarios y egoístas que campan por calles, terrazas, bares, centros comerciales y demás que, además de ponernos, y ponerse, en peligro joden el trabajo y esfuerzo de esa gran mayoría de gente que se toma la cosa en serio y actúa con responsabilidad.

Pero no nos olvidemos de que, además del "toque de queda" que nos van aplicar y de la responsabilidad ciudadana que debemos tener, las administraciones públicas (gobiernos y ayuntamientos) tienen otras obligaciones de las que han dejado de hablar, las citadas ya y alguna más, como de los transportes públicos y de la mala atención a la ciudadanía que se encuentra abandonada cuando no le atienden por teléfono, cuando no funcionan los registros electrónicos o cuando sufre una demora en su atención sanitaria por la saturación que provoca el COVID, y eso es responsabilidad directa de nuestros gobiernos y ayuntamientos.

Así que, vale, estado de alarma, toque de queda, pero todo lo demás también, no se les olvide

Y...., cuídense mucho