Bien podría decirse que nuestro tertuliano compañero Cipión se encuentra en trance, abducido por absorbente indagación y buceo en nuestro brillante pasado común, en el que sigue encontrando razones más que sobradas para que levantemos el ánimo y nos sintamos orgullosos de nuestro recorrido histórico como nación, a pesar de las insidias y asechanzas internas y foráneas que pretenden arruinar nuestro legítimo y más que justificado amor propio ¡No lo han conseguido aún y no lo conseguirán jamás! Hoy Cipión hace un verdadero alarde de erudición para apuntalar en claros y preclaros nombres, y destacados y notables hechos, nuestra gloriosa ejecutoria. En esta ocasión toca contrarrestar algunas de las insidiosas mentiras y calumniosas fabulaciones, forjadas por otro envidioso vecino, Francia. 

Los gabachos no han dejado de dar por culo influyendo negativamente en la imagen que se tiene en el exterior de nosotros (…) El asunto debe venir de muy lejos. Juraría que a los franceses les debió hacer mucha pupa la derrota en la batalla de Pavía a manos de Carlos V; también debió influir la de San Quintín, esta vez a cargo de su hijo Felipe II (…) todo ello pudiera explicar algo el resentimiento que han mostrado desde siempre hacia nosotros y la forja de la correspondiente Leyenda Negra, ocupación que ha sido desde entonces el deporte favorito de sus intelectuales.

La nueva moda de la Ilustración, de la que Francia se autoproclamó adalid, puso a trabajar a sus promotores (Voltaire, Montesquieu, Raynal, etcétera), para ir añadiendo nuevas páginas a nuestra ya dilatada Leyenda Negra. Ahora es (España) sobre todo una tierra de ignorantes. (...)

Nicolas Masson de Morvilliers, un picapleitos galo que floreció a mediados de 1700 y que nunca dio un palo al agua en aquello para lo que había estudiado, escribió una voluminosa Encyclopédie Méthodique sobre el saber en nada menos que 206 volúmenes. Con muy mala baba y dejando traslucir su acentuada aversión a lo español, se preguntaba: "¿Qué se debe a España? Desde hace dos, cuatro, diez siglos, ¿qué ha hecho España por Europa?". La respuesta por parte de los apesebrados ilustrados centroeuropeos a este insignificante gabacho de mierda era, por supuesto, nada. (…) Para que veas, querido Berganza, el cinismo que rezuma un cretino como este, baste decir que las tropas napoleónicas que habían entrado en España en 1808, seguramente con la noble intención de ilustrarnos, lo primero que hicieron fue destruir el segundo telescopio más grande del mundo, que estaba en Madrid.

Nuestro país llevó a cabo más de 60 expediciones durante la Ilustración, más que ninguna otra nación del mundo, lo que le valió el elogio del viajero y científico (y antihispanista) barón prusiano Alexander von Humboldt (a regañadientes, reconoció los logros hispanos en América, aun cuando estaba predispuesto en su contra cuando se fue a investigar allá). Por el 1840, dijo: "Ningún gobierno ha invertido sumas mayores para adelantar los conocimientos de las plantas que el gobierno español”. La Casa de Contratación de Sevilla, una institución fundada por los Reyes Católicos para gestionar los recursos que venían de América, disponía de una oficina cartográfica dirigida inicialmente por Américo Vespucci (el mismo que puso nombre a aquellas tierras de ultramar), donde se elaboraban mapas de los territorios descubiertos; en otra sala se enseñaban las técnicas de navegación por los mejores marinos de la época (…) Juan Sebastián Elcano​ no hubiera podido nunca culminar la primera vuelta al mundo por mar, que inició en 1522 y le llevó tres años de travesía, sin la voluntad y el apoyo económico del Imperio Español. Nuestro Felipe II, el Rey Prudente, no se quedó a la zaga de su padre en cuanto a desarrollo científico. Fundó la primera Academia de Ciencias y Matemáticas de Europa, en 1582, y también uno de los primeros museos de ciencia de la historia en Valladolid. De la misma manera, fue el promotor de un conjunto de academias matemáticas por todo el Imperio. Y para tratar adecuadamente a perturbados galos como el mentado más arriba, España tenía por la época en que vivió este mentecato la red más amplia de hospitales psiquiátricos del mundo. Incluso fue pionera en este campo de la medicina, pues a iniciativa del padre mercedario Juan Gilabert Jofré se había fundado en el sigo XV en Valencia el primer centro psiquiátrico del mundo, los Santos Mártires Inocentes (…) Cuando la polémica teoría heliocéntrica de Copérnico, fuertemente censurada por la curia, fue abriéndose paso en el mundo, España, siempre abierta a nuevas ideas, ya la impartía en la Universidad de Salamanca. Calvino, en cambio, por aquellas fechas se dedicaba a atacar a Copérnico por osar colocarse por encima del Espíritu Santo… Felipe II, el bárbaro, inculto e intransigente monarca católico, costeó personalmente los trabajos de Alonso de Santa Cruz, el primero en describir la variación magnética de la Tierra, y de Juan López Velasco, que explicó los eclipses lunares que hubo entre 1577 y 1578.  Juan de Herrera fue un matemático de primer nivel del siglo XVI, cuyos trabajos para Felipe II se materializaron en puentes, presas, canales y, por supuesto, la construcción del Real Monasterio de El Escorial, en 1563, monumento erigido en honor de San Lorenzo, festividad del santo el día en que se produjo la decisiva derrota francesa en San Quintín. El oscense Pedro Juan de Lastanosa fue un ingeniero de máquinas, inventor y tratadista de obras de hidráulica del siglo XVI. A él le debemos diversas obras de ingeniería, como la Acequia Imperial de Aragón y los riegos de Murcia que hacen posible que sea la huerta de Europa, no lo olvidemos…

Te interrumpo, Cipión, y discúlpame por ello. Apabullas con tus datos, cuyo aporte sin embargo es de agradecer y que revelan el gran interés y apasionamiento que has puesto en tu tarea investigadora. Voy a recoger solamente aquí tu conclusión de esta semana:

Todos estos "pueblos más cultos que nosotros" nos han vendido la moto de la moralidad, del buen gobierno y del progreso científico y social a lo largo de los siglos, y nosotros, como buenos ingenuos que somos, pues nos creemos a pie juntillas que las monsergas interesadas de un galo, un britano, un belga, un germano o un yanqui siempre son más ciertas que lo que nosotros podamos pensar, las hemos comprado a un precio demasiado caro, tanto que nos hemos creído sus mentiras y ha florecido en nosotros un género de autocrítica destructiva de corte cainita y un complejo de inferioridad que tiene su origen en la Leyenda Negra Española que todos estos manipuladores forjaron en nuestra contra. Un abrazo querido Berganza. Cipión el ilustrado.