Me preocupa, mucho porque lo considero fundamental, la política comunicativa que se sigue en la actualidad.

Las prisas, la exigencia de los medios por dar primicias, la necesidad de "vender" medidas o acuerdos, el oportunismo del momento político, las necesidades de protagonismo de los egos y el funcionar a golpe de tw o de titular, son contrarias a la rigurosidad, no permiten el contraste de la información y son caldo de cultivo abonado para los bulos y, lo que más me preocupa, el cabreo y la frustración de la gente.

Vean el blanqueo de la imagen de la corona que nos sirven a diario con esa gira veraniega de quienes viven, a costa nuestra, en la Zarzuela. Sesión de fotos que tapan los "problemillas" fiscales de algún que otro Borbón.

Es conocida la "leal", pero salvaje, oposición que hacen las derechas, la ultra y la más ultra, al Gobierno PSOE-Unidas Podemos. Hoy, toda la prensa y tertulias, se dedican a hablar de como se rebajan las tensiones, se tienden puentes y puede que haya, al final, fumata blanca y casi todos los partidos entren en el acuerdo.

Eso, como es lógico en estos casos, se traduce en un acuerdo de mínimos en el que todo el mundo se deja pelos en la gatera.

Se habla del posible acuerdo, es lo inmediato, lo urgente porque, no voy a negarlo, con la que está cayendo la gente está hasta el gorro de bronca, de insultos y de crispación.

Pero ya se pone una cortina sobre que el PP, de manera infame e indigna, está torpedeando en Europa los fondos europeos que tienen que llegar. Es una traición hacia este país, ellos y ellas que son tan patriotas. Es, además, un episodio más del acoso y derribo al Gobierno. Es, sobre todo, una burla y un ataque a toda la ciudadanía que espera salir de esta situación con el menor daño posible.

Ese documento que parece que va a haber, ese acuerdo que, para que sea de todos y todas, no puede ser el de nadie, se aprovecha, también, para intentar resaltar las discrepancias en el Gobierno, que es otra forma de desgastar y complicar la vida a la coalición PSOE-Unidas Podemos.

Ya lo hicieron con la "derogación de la reforma laboral" y lo hacen ahora con el "impuesto a los ricos".

La "derogación inmediata de la reforma laboral", al final, ha quedado en lo que estaba firmado en el acuerdo de Gobierno PSOE-Unidas Podemos que habla de ir paso a paso.

El documento firmado por PSOE y Unidas Podemos, que es el compromiso acordado, y por lo tanto el que obliga a las dos formaciones, no contiene nada más que un compromiso de estudiar la fiscalidad de las grandes fortunas para que contribuyan a un sistema fiscal más justo y progresivo.

Otra cosa es que, con la legitimidad de cualquier partido, Unidas Podemos haya hecho una propuesta que no alcanza el consenso necesario.

Tengo el documento completo a disposición de quien lo pida y creo conveniente, en estos momentos complicados, tenerlo en cuenta para no perdernos y no caer en las trampas.

No estoy diciendo que no se derogue la reforma laboral, ni diciendo que no se suban los impuestos a los ricos. Ya me gustaría a mí que, a falta de un proceso  revolucionario, las urnas dieran mayoría suficiente a quienes queremos hacer esas cosas.

Lo que estoy diciendo es que seamos conscientes de lo que somos. Somos la parte minoritaria de un gobierno en minoría. Pongamos los pies en el suelo y no caigamos en la frustración, ni en la provocación de titulares como este.