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La inflación en estado puro Featured

 Miguel Ángel Pagán

La inflación como fenómeno multicausal es uno de los principales problemas a los que una economía moderna se tiene que enfrentar, sobre todo si quiere seguir siéndolo; de ella mucho se ha escrito y también abjurado, por ejemplo: hay economistas que piensan que ciertas tasas de inflación pueden tener un desempeño positivo en la economía pues puede contribuir a facilitar en etapas iniciáticas de la misma la reducción del desempleo al abaratar la contratación (los salarios reales bajan), también para economías con un fuerte peso de deuda pública y privada ayuda a “licuar” la misma,  convendrán conmigo que si la inflación es superior al tipo de interés oficial es más interesante pagar vencimientos de deuda que mantener los ahorros en un depósito convencional (el coste financiero del préstamo es menor) -curiosidades de los procesos inflacionarios-, pero saltándonos estas “obviedades técnicas” estarán de acuerdo conmigo en que si al volver del mercado sienten, como siento yo, que el coste de la cesta de la compra ha subido, y este sentimiento dura semanas sabemos, quizás con mayor precisión que cualquier “índice técnico” , que las cosas no tienen buena pinta.

De las múltiples causas que pueden explicar los procesos inflacionarios creo que la más adecuada para nuestro actual contexto es la derivada de un potente shock de oferta en la producción gasística y petrolera procedente del Este, que suministraba el 40%, aproximadamente, de nuestras importaciones energéticas y que se ha visto fuertemente reducida como  consecuencia del impacto de la guerra, ya que el encarecimiento de dichos productos, sobre todo el gas, también ha causado un enorme impacto en el mercado “marginalista” eléctrico, mercado que a mí juicio está lleno de fallos, como por ejemplo que oferentes y demandantes son los mismos (díganme quiénes son los propietarios de las centrales de ciclo combinado en este país) y que el precio de la tecnología más alta del mix es la que fija precios, cuando lo ideal sería que cada tecnología (hidráulica, gas, fotovoltaica, eólica) fijara su propio precio marginalista -coste de la última unidad producida de esa energía para el tramo horario que se subasta-.

Fue Antoine Lavoisier el que dijo aquello de que “la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma”, pues eso, los elevados costes energéticos del anterior párrafo se trasladan a toda la cadena de producción, grandes y pequeñas empresas querrán, con cierta lógica, trasladar sus costes al consumidor, y es aquí donde entra la segunda derivada de los procesos inflacionarios, en los beneficios empresariales, no de las sufridas pymes ni autónomos españoles sino de la empresa transnacional y de la gran empresa, instituciones financieras, energéticas y grandes superficies alimentarias que si hasta ahora aplicaban márgenes de explotación exacerbantes con respecto a sus proveedores, el proceso inflacionario les vale para provocar una doble vuelta de tuerca. Los beneficios son la diferencia entre los ingresos y los costes, en un contexto de costes crecientes y de contención salarial -ningún convenio va a subir un 8%- unos beneficios extraordinarios -superiores a los del ejercicio 2021- tendrían muy poca justificación, ética y económica y serían también responsables de explicar el fenómeno inflacionario (que no es un aumento de precios sino un aumento continuado).

Para terminar les apunto unos datos: Los precios industriales (precios tras la salida de la factoría, sin intermediación) se han incrementado un 35,7% respecto a principios del 2021; por otro lado, los costes laborales han experimentado una reducción considerable a partir del segundo y tercer trimestre del 2021 (adjunto gráficos); además, la inflación interanual de octubre del 2021 se situaba en  el 5,5%, 6,5% para diciembre y 7,6% para febrero de 2022. Román paladino, las grandes empresas -las de los sectores arriba apuntados- se están quedando con la “tajada” de beneficios que supone la inflación (ganancias para unos y pérdidas para otras y otros). Es por tanto fundamental el arbitraje de alguna medida: política de rentas, sobreimposición societaria a beneficios extraordinarios ejercicio 2022 y/o incremento de los tipos marginales del capital en la retribución de dividendos de mismo ejercicio para intentar parar la componente especulativa que también se puede estar pergeñando.

 

 

@pagnav_miguel

 

Miguel Ángel Pagán. Economista. Miembro del Grupo Economía y Trabajo Izquierda Unida Región de Murcia.

 

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