El PP solo consigue el apoyo de Ciudadanos, su socio en la Comunidad autónoma, mientras que los 14 ediles de PSOE, IU-Verdes, Vox y la exconcejala del PP Laura Villa votan en contra.

Manu Parra.- Como ya adelantó el pasado fin de semana este medio (http://latalaya.org/index.php/cieza/item/5341-la-concejala-del-pp-mar%C3%ADa-turp%C3%ADn-pretende-seguir-cobrando-del-ayuntamiento-como-%E2%80%9Cliberada%E2%80%9D-mientras-ejerce-como-procuradora), el pleno de este martes, celebrado por el Ayuntamiento de Cieza en las dependencias del teatro Capitol,  volvía a contemplar en su orden del día el “caliente” asunto del sueldo, como concejala “liberada”, de María Turpín (PP). Porque se trataba y siempre se ha tratado del sueldo de María Turpín, no de la figura del coordinador del grupo popular que por acuerdo plenario tiene una dedicación del 100% y un salario de 27.000 euros al año.

Los sucesivos artículos publicados por latalaya.org destapando el “fraude” y la firme oposición del segundo teniente de alcalde y portavoz de IU-Verdes, Francisco Saorín, decidido desde el primer momento a votar en contra de la liberación de la edil del PP y a exigir responsabilidades con la petición de su dimisión y la devolución de los más de 30.000 euros cobrados ilegalmente, ha logrado sumar los diez concejales socialistas, los de Vox y el de la concejala no adscrita Laura Villa. Ciudadanos, liderado por Óscar Verdejo, “compañero de viaje” de la “defraudadora” ha apoyado sin fisuras al PP, con un discurso más propio de un leguleyo que de un concejal que tiene la obligación de defender los intereses de sus vecinos.

Ha abierto el turno de intervenciones el portavoz de Vox Juan Piñera quien en sus dos alocuciones se ha referido a que “va en contra de la ética la dedicación a tiempo total como concejal y ejercer como procuradora”, por lo que “leídos los informes y puesto que el grupo popular no ha pedido la compatibilidad al pleno” ha reclamado que María Turpín deje el acta de concejal.

Por su parte, Francisco Saorín, portavoz de IU-Verdes, ha dicho “aquí, hoy, no se habla de la liberación del coordinador o coordinadora del PP, se viene a hablar de que la situación personal de la señora Tupín debe ser salvada, limpiada y regularizada”, añadiendo “usted (en referencia a María Turpín) ha estado cobrando de forma irregular un dinero de las arcas de este Ayuntamiento durante 15 meses que tiene que devolver” y concluyendo “no cuenten conmigo para arreglar una situación estrictamente personal y que podría resolverse en el interno del PP, mientras su portavoz, Manuel Egea, calla y otorga” ha anunciado su voto en contra.

Cerrando el turno de intervenciones el portavoz del PSOE, Antonio Ignacio Martínez-Real, ha invitado al PP a retirar el punto del orden del día argumentando que es imposible hablar de la reducción del sueldo del “liberado” del PP, sin hablar de los 15 meses que ha estado María Turpín cobrando indebidamente del Ayuntamiento y ejerciendo como procuradora; sin aceptar que se ha estado en una situación de incompatibilidad; sin decir si va a devolver ya el dinero cobrado indebidamente o va a recurrir el expediente de reintegro, concluyendo con un “no se puede utilizar la institución para ir en contra del interés general”.

En cuanto a las intervenciones del Manuel Egea y Óscar Verdejo, portavoces del PP y Ciudadanos, hay que decir que han sido lamentables. El primero, acusando de “soflama” a la intervención de Francisco Saorín y tratando de que solo se hablara del qué (la reducción de un 20% de la “liberación”) no del porqué de la propuesta (la ocultación al pleno y “el fraude” a las arcas municipales de María Turpín), al tiempo que se ha abrazado a la intervención del portavoz de Ciudadanos, al que ha llamado “el compañero Óscar”. En cuanto al segundo, el concejal Óscar Verdejo, en su conocido papel de leguleyo ha tratado de enredar al pleno con referencias jurídicas que no venían a cuento para apoyar sin fisuras la postura del PP, partido en el que todo indica terminará recalando.

En definitiva, un problema interno del PP, con una concejal “defraudadora” de las arcas públicas, que no ha sabido resolver Manuel Egea y que le ha llevado a la utilización de la institución municipal para intentar resolverlo. Lamentable.