El público salió de la plaza de España con la sensación de haber oído en una coral polifónica matices, siempre contenidos y cristalinos, que jamás había oído antes en un orfeón. Porque interpretar 'Melodías legendarias' consigue ese extraño juego entre lo esperado y lo inesperado. El recital, revestido con los colores alegres de la Feria y Fiestas de San Bartolomé, tuvo sus momentos brillantes al ritmo de canciones arañadas en viejos discos de vinilo. El resultado posee el peso habitual y la calidad de presencia de los trabajaos dirigidos por Alejandro Molina. Y es que consigue una interpretación tan medida como la marca de un atleta.
Pascual Gómez/cieza.es.- Hay canciones que pierden vigencia lejos de su contexto, ya sea temporal o de género, y hay otras que escapan a esos límites y se convierten en universales e inmortales. Al segundo supuesto pertenece la selección de piezas incluidas en 'Melodías legendarias', el recital con el que la Coral Ars Nova ha rendido homenaje a la música popular, temas del pop y del rock que son tisana y remedio contra los quebraderos de cabeza y los agobios cotidianos. También es una oportunidad de refrescar el repertorio, con un trabajo que ofrece asomarse a un público joven.
Con el acompañamiento de No Tenemos Prisa Band bajo la dirección de Ezequiel Molina, dio comienzo el repaso a unas canciones que forman parte de la herencia cultural de varias generaciones. Se trata de un cancionero de los mejores cantantes y grupos de todos los tiempos, que todo el mundo conoce y que alguna vez ha tarareado o silbado. Son estribillos que cuando suenan se produce un milagro: uno vuelve a tener aquella edad con la que los escuchó por primera vez. Son letras y ritmos que resumen el tiempo: el paso por el tiempo de cada cual.
Al medio centenar de componentes del coro se le vio disfrutar y paladear con placer cada letra que entonó ante una audiencia entusiasmada. El resultado, un concierto que derrochó sensaciones y sentimientos. Debido al éxito alcanzado en su estreno el pasado 31 de mayo en el Teatro Capitol, la Concejalía de Festejos decidió incorporar esta actuación a la programación de feria. En el estreno se sintieron muy bien, aunque es un trabajo muy difícil de cantar, precisamente por su aparente sencillez. El propio director Alejandro Molina trabajó en los arreglos corales.
El recital arrancó con un inolvidable tema de Abba, 'Dancing queen', que llegó cubierto de elegancia vocal e impuso lo que predominó durante toda la velada: concentración absoluta, matices cristalinos y un sentido musical extraordinario, particularidades que impregnaron el resto del popurrí dedicado al grupo sueco. Tres cuartos de lo mismo ocurrió con fragmentos de Mecano: 'Hoy no me puedo levantar', 'Me colé en una fiesta', 'Mujer contra mujer', 'Maquillaje', 'Hijo de la luna' y 'Una rosa es una rosa'. Las emociones fueron creciendo gradualmente con Nino Bravo, Alaska y Dinarama, Rafael y The Beatles.
En la segunda parte la emotiva entrega de 'Perfect', de Ed Sheeran, puso al público al borde de la lágrima. Del mismo modo Ars Nova hizo suyas con total naturalidad y con enorme respeto los matores éxitos de la canción italiana de todos los tiempos como 'Será porque te amo' y 'Mamma María', de Ricchi e Poveri; 'Gloria' y 'Te amo' de Umberto Tozzi o el célebre 'Nel blu dipinto di blu (Volare)' de Domenico Modugno. El coro exhibió holgura vocal y amplitud de registros en una interpretación afortunada. Una delicia para el oído que continuó con Mocedades y Maná.
Cuatro propinas en forma de fragmentos, con Alaska y Dinarama de nuevo como broche, sellaron una noche de recuerdos. En el poso que dejó la hora y media de música evocadora que la Coral Ars Nova propinó al respetable, en el recital de anoche en la plaza de España, habitaba una maravillosa sensación de trabajo bien hecho. Ese apego a la excelencia, coherente con el origen de la veterana coral ciezana, hizo destapar sus virtudes en el que, sin pausa ni resuello, hicieron comprender al público las infinitas posibilidades de la música.
