Escuchó a su conciencia, a su compromiso social, y los opuso frente a la indiferencia, pasividad y egoísmo que ha surgido entre la gente ante los refugiados. Hablar con este sexagenario activista de Amnistía Internacional de esta situación es desalentador. Se indigna al pensar en cómo han actuado algunos estados europeos frente a esta crisis humanitaria.

Pascual Gómez/Cieza.es.- Convertirse en la voz de los refugiados es una labor de gran responsabilidad y en la que en demasiadas ocasiones el voluntario debe encarar su trabajo frente a la misma boca del lobo. Y eso es exactamente lo que hizo el teólogo y misionero murciano Fernando Bermúdez el pasado verano en los campos de refugiados en Grecia, cuando por acercarnos la realidad de estas personas, vivió una experiencia demoledora: "He sido testigo de las dolorosas historias de quienes huyen de la muerte y buscan una vida digna".

Y es que se cuenta entre los pocos voluntarios que pueden explicar narraciones tanto con la palabra como con la imagen, vivencias que han sido recogidas en el libro titulado 'El grito de los refugiados ¡Abrid las fronteras! ¡Parad la guerra!' (Editorial Diego Marín, 2016). Sus testimonios narran la dureza de la vida cotidiana en los campos de refugiados, y las reflexiones vertidas por sus protagonistas llevan al lector a un pueblo que nada desea más que la paz. Los fondos recaudados por la venta de la obra irán destinados a Proactiva Open Arms.

Es hora de reconsiderar nuestra visión de los refugiados. En palabras suyas, "los testimonios recogidos sacuden la conciencia de nuestra acomodada sociedad. Su lectura no dejará indiferente a quien lo lea. Le abrirá los ojos y, sobre todo, el corazón. Observé que lo más urgente era acompañar a estas personas, estar con ellos, y conversar". Para él, misionero durante más de treinta años en Guatemala y México, algunos recuerdos nunca se desvanecen y, entre ellos, muchos momentos vividos este verano en Grecia.

Bermúdez no escondía este lunes su satisfacción. En el salón de actos del Club Atalaya Ateneo de la Villa conseguía el apoyo de varias decenas de personas para dar a conocer su libro cuya presentación corrió a cargo de Enrique González, miembro de la Plataforma de Ayuda a los Refugiados en Murcia. Convocados por las Jornadas Solidarias 'Apoyando a Proactiva Open Arms', tanto Bermúdez como González manifestaron la necesidad de contar la realidad de los refugiados y humanizar sus historias.

Como dijo este miembro de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz, un pueblo como el sirio merece en estos momentos todo el apoyo de la comunidad internacional. Sin embargo, denunció que muchos estados europeos no sólo han incumplido sus responsabilidades morales en plena crisis de los refugiados, sino que además han vulnerado sus obligaciones de derecho internacional de protección de refugiados y de no devolución. Dicho de otra manera: Europa se ha saltado sus propias leyes de asilo que no son otras que tratados, convenios y cartas de derecho internacionales.

"Dinero a cambio de una "pérdida del humanismo que ha caracterizado a Europa". Es lo que ve Bermúdez en la propuesta de Bruselas de activar el pago de 3.000 millones de euros a Turquía para hacer frente a los flujos migratorios, medida que el escritor alguaceño tachó de error puesto que el Gobierno de Ankara no cumple ciertos estándares de derechos humanos. A su juicio, "hay que presionar para que abran las fronteras. Los refugiados son víctimas de una guerra de la que España, la Unión Europea y las grandes potencias se están beneficiando".

Enrique González urge a las Administraciones públicas a "tomarse en serio" la acogida de refugiados

Enrique González, por su parte, trasladó a las administraciones la necesidad de abordar con urgencia la llegada de refugiados sirios, el mayor drama humano en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. En este sentido, espera ahora que el Gobierno central cumpla con su responsabilidad de dar acogida. "Las Administraciones públicas tienen que empezar a tomarse en serio todo esto. España sólo ha acogido a 481 refugiados de los 17.680 que se comprometió a recibir", aseguró en su intervención.

También explicó que "represento la voz de un colectivo civil formado por ciudadanos y ciudadanas murcianos que desean colaborar de manera activa con las instituciones y organizaciones no gubernamentales en la integración a los refugiados que puedan acogerse en la Región. Hay muchos espacios humanos como esta plataforma que coinciden en la voluntad de trabajar a favor de los derechos humanos".

González hizo un repaso de los distintos objetivos que se ha marcado la plataforma ciudadana, pero insistió en que es "imprescindible" fomentar la inclusión social de los refugiados que puedan llegar a la Región de Murcia, verificar el cumplimiento de las obligaciones relacionadas con la concesión y el ejercicio real de los derechos asociados al estatuto de refugiado y a la protección subsidiaria, así como contribuir al apoyo y acompañamiento de los solicitantes que no tengan concedido el estatuto de refugiado o la protección subsidiaria.

Esta tragedia humanitaria, que se suma a las que sufren los ciudadanos de Afganistán, Irak, Libia, Nigeria y tantos otros países, debe ser contada a la población. Por ello, también son objetivos prioritarios informar y sensibilizar a la gente de la situación en la que se encuentran los refugiados y canalizar el apoyo social y la solidaridad de los ciudadanos de la Región de Murcia hacia ellos. "Si no podemos ayudar aquí porque llegan muy pocos, apoyaremos a las organizaciones humanitarias desplegadas en primera línea de fronteras de paso de los refugiados", comentó.